Tarta mousse de nata y fresa. Reto CocinArte

Hoy estamos a día 9 y, como no, tenemos cita con el Reto CocinArte que organiza mi gran amiga María, del blog In my Little Kitchen. El reto aún es un poco nuevo, así que os explico brevemente cómo va: María nos propone un cuadro y tenemos que hacer un plato (dulce o salado) en función de lo que nos inspire esa obra. Como veis, un reto muy divertido y creativo, de los que a mí me gustan.

Esta vez el cuadro propuesto por Mery es La lechera, un óleo pintado por el artista Johannes Vermeer (Delft, Países Bajos, 1932-1675). La inspiración con este cuadro ha sido fácil, y creo que mis compañeras estarán de acuerdo: un plato cocinado con lácteos como ingrediente principal. Eso he hecho yo: he optado por una tarta fría tipo mousse con nata y fresas, una receta ideal para el verano, fresquita, muy sencilla y deliciosa a más no poder. Además es una preciosidad (importante, que ya sabéis que por los ojos también se come...) ya que los dos sabores van en capas diferentes y el corte queda muy chulo. Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes* y nos ponemos a cocinar.

• 100 gramos de galletas maría
• 40 gramos de mantequilla derretida
• 500 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
• 120 gramos de azúcar
• 5 cucharadas de mermelada de fresas
• 6 hojas de gelatina
• 100 ml de leche
• Unas fresas para decorar

*Para una tarta alta en un molde desmontable de 20 centímetros de diámetro

Vamos a comenzar preparando la base de la tarta. Para ello, trituramos las galletas hasta reducirlas a migas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Cuando esté bien mezclado, vertemos en el molde y aplanamos bien hasta tener una base perfectamente lisa. Reservamos en la nevera.

A continuación, ponemos las hojas de gelatina en un bol con agua fría para que se hidraten. Mientras tanto, ponemos en un bol amplio la nata (que ha de estar bien fría) y con unas varillas eléctricas comenzamos a montarla. Cuando comience a montarse, vamos añadiendo poco a poco el azúcar y continuamos batiendo hasta que esté bien firme.

Dividimos la nata montada en dos cuencos y uno de ellos lo reservamos en la nevera por el momento. Calentamos la mitad de la leche en el microondas 20 segundos y añadimos 3 hojas de gelatina (ojo, sólo tres) bien escurridas. Mezclamos para que la gelatina se diluya totalmente y vertemos esta mezcla sobre una de las mitades de nata montada. Mezclamos suavemente, con movimientos envolventes, hasta que la leche con la gelatina se haya incorporado totalmente con la nata, y echamos esta mezcla en el molde que tenemos preparado con la base. Metemos en el frigo y dejamos reposar 30 minutos.

Pasado este tiempo, calentamos el resto de la leche en el microondas unos segundos y añadimos las hojas de gelatina sobrantes bien escurridas. Vertemos la leche sobre la nata montada que teníamos reservada en la nevera junto con 4 cucharadas de mermelada y mezclamos muy suavemente hasta que esté totalmente integrado. Vertemos esta mezcla sobre la capa de mousse de nata, muy suavemente.

Repartimos el resto de la mermelada por encima y, con ayuda de un palillo, la distribuimos formando dibujos. Metemos nuestra tarta el el frigo de nuevo y la dejamos reposar unas horas para que la tarta cuaje por completo. Decoramos con unas fresas u otros frutos rojos y servimos bien fresquita. ¡que aproveche!

Algunos consejos:

• Yo he usado mermelada de fresa porque me parece que la combinación fresa-nata es espectacular, pero podéis usar cualquier otra mermelada de vuestro gusto.
• En veinte minutos yo tenía la primera capa ya bastante cuajada, perfecta para añadir la segunda capa, pero si veis que pasado ese tiempo aún está muy blandita,dejadla reposar en el frigo un ratito más, sin problema.
• Como os indico, mi molde no es muy grande pero queda una tarta bastante alta. Si usáis un molde de mayor diámetro, con los mismos ingredientes os quedará una tarta más bajita: si queréis que os quede alta, aumentad proporcionalmente las cantidades. Eso sí, la cantidad de galletas y de mantequilla para la base si necesitaréis aumentarla para poder cubrir sin problemas toda la base de un molde más grande.

Ya veis que esta tarta es sencillísima de hacer y el resultado es espectacular a más no poder. de verdad: de sabor está buenísima, resulta muy ligera y, especialmente ahora en verano, resulta una placer comer un trozo de esta tarta fresquita. Si os animáis a hacerla, mandadme una foto para que pueda ver lo buena que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el bog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!