Guiso de garbanzos con salchichas y setas. Reto CocinArte
Estamos a día 9 y eso significa que tenemos nuestra cita mensual con el reto CocinArte que organiza mi querida María, del blog In my a Little Kitchen. Esta vez, estando en marzo, el mes en el que se celebra el Día Internacional de la Mujer, nos ha propuesto inspirarnos en el cuadro Judith decapitando a Halofernes (Artemisa Gentilleschi, 1963). Se trata de una obra desgarradora, impactante, en la que se ve a Artemisa, acompañada de su doncella, decapitando violentamente con un cuchillo a Halofernes.
Y la verdad es que el cuadro impone por su dureza, pero tras leer la biografía de la pintora esa dureza, esa sensación de crudeza, se comprende totalmente. Y es que esta pintora (Roma, 1593; Nápoles 1654) en 1611 fue violada por Agostino Tassi, su maestro de pintura y amigo de su padre, y eso marcó fuertemente su vida y su obra. Fue la primera mujer miembro de la Accademia di Arte del Disegno de Florencia y sus pinturas más celebres muestran pesonajes femeninos como Cleopatra, Lucrecia o Judith, la protagonista de la obra de hoy.
Esta vez el cuadro propuesto me inspiraba varias cosas. La propia escena del cuadro me recordaba a la matanza de los cerdos y por eso tenía claro que quería hacer una receta con esa carne. Y los rasgos feministas de la obra, que muestran a una Judith fuerte y valiente me han lanzado a hacer un “homenaje” a dos mujeres pilares en mi vida, luchadoras y decididas (incluso un poco cabezotas, si nos ponemos...). Por un lado mi yaya Cipri. La verdad es que en este blog hablo mucho de mi abuelo Pepe (su marido, ambos eran mis abuelos maternos): era un grandísimo cocinero y él me metió el gusanillo por la cocina y me enseñó muchísimas recetas.
De mi yaya Cipri, sin embargo, creo que no os he hablado nunca, pero es el momento. Como os digo; mi abuelo era quien se encargaba de la cocina porque era su pasión y, sin embargo, a mi yaya los fogones no le gustaban demasiado. Eran carniceros y regentaban ambos su carnicería en Indautxu, un barrio centrico de Bilbao. Allí ella hacía unas salchichas caseras deliciosas que vendían como churros porque eran increíbles. Y por eso he optado por cocinar salchichas de cerdo, como pequeño homenaje a esas longanizas de mi yaya. Nos falta desde hace casi un año y estoy segura que sus 7 nietos y sus 9 biznietos nos acordamos cada día de ella.
De mi yaya Cipri, sin embargo, creo que no os he hablado nunca, pero es el momento. Como os digo; mi abuelo era quien se encargaba de la cocina porque era su pasión y, sin embargo, a mi yaya los fogones no le gustaban demasiado. Eran carniceros y regentaban ambos su carnicería en Indautxu, un barrio centrico de Bilbao. Allí ella hacía unas salchichas caseras deliciosas que vendían como churros porque eran increíbles. Y por eso he optado por cocinar salchichas de cerdo, como pequeño homenaje a esas longanizas de mi yaya. Nos falta desde hace casi un año y estoy segura que sus 7 nietos y sus 9 biznietos nos acordamos cada día de ella.
Y la otra mujer a la que quiero homenajear es mi madre. También os he comentado alguna vez que ella no es nada cocinillas y mientras vivía con ella la cocina siempre ha sido mi responsabilidad. Sin embargo, había una excepción: ella siempre se encargaba de preparar las legumbres, tiene pillado el truco a la olla a presión y le quedan estupendas. Y es por esto por lo que he querido usar legumbres en la receta de hoy (garbanzos, concretamente).
Así que tras esta larga (pero necesaria) introducción, os cuento cuál es mi propuesta de hoy: un guiso fácil de garbanzos con salchichas frescas y setas. ¡Una delicia! La combinación de sabores es una maravilla y se trata de ungiste reconfortante en versión exprés. Como siempre, os he grabado la elaboración en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- Un bote de garbanzos (400 gramos peso escurrido)
- 300 gramos de salchichas o longanizas frescas
- 250 gramos de setas (yo uso champiñones y setas ostra)
- Una cebolla
- Un pimiento verde
- 5-6 dientes de ajo
- 100-150 ml de tomate triturado
- 300ml aproximadamente de caldo (de pollo, cocido o verduras)
- 150 ml de vino blanco
- Una cucharadita de comino en polvo
- Una cucharadita de pimentón (dulce, picante o mezcla, al gusto)
- Romero
- Sal
- Aceite de oliva
Lo primero que vamos hacer es poner una cazuela al fuego y añadimos tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente, echamos los dientes de ajo, la mitad enteros (con piel y todo) y la otra mitad picaditos. Añadimos también la cebolla y el pimiento verde, ambas cosas también picadas finamente. Echamos sal al gusto y cocinamos a fuego medio durante seis u ocho minutos, hasta que la verdura esté pochada.
A continuación, incorporamos a la cazuela las salchichas cortadas en trozos de bocado y vamos a cocinarlas a fuego vivo dos o tres minutos, para que cojan un poco de color. Después, echamos el pimentón, el comino y el romero; movemos unos segundos y añadimos el tomate triturado. Cocinamos dos o tres minutos más, para que tomate espese un poco.
Llega el momento de incorporar las setas troceadas. Mezclamos para integrar todos los elementos de la cazuela, subimos el fuego y echamos el vino blanco. Cocinamos a fuego fuerte dos minutines para que el alcohol se evapore. De nuevo, bajamos un poco la potencia del fuego y añadimos los garbanzos cocidos bien escurridos.
Después, echamos caldo: yo he añadido unos 300 ml pero la cantidad dependerá de como de caldosos os gusten este tipo de guisos: añadid más o menos en función de vuestro gusto. Tapamos la cazuela y dejamos que se cocine todo junto a fuego suave durante 12 o 15 minutos, para que todos los sabores integren. Pasado ese tiempo, probamos para rectificar de sal si es necesario y apagamos el fuego. Dejamos reposar este riquísimo hizo unos minutos antes de servirlo. ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Yo he usado champiñones y setas ostra, pero podéis usar la variedad de setas que más os guste y que encontréis en el mercado.
- Este es de esos platos que ganan en sabor de un día para otro, así que si podéis hacer de víspera y dejarlo reposar, perfecto.
- Mi salchichas son de carne de cerdo, pero si preferís podéis usar salchichas de pollo o de pavo.
- Para este tipo de guisos yo suelo usar legumbres de bote, pero si preferís cocer vosotros mismos los garbanzos, no os cortéis. Y, en ese caso, no dudéis en usar el caldo de la cocción para hacer este guiso.
La combinación de sabores de este guiso con los garbanzos, las setas y la salchichas está espectacular. Es una verdadera delicia, y además se trata de un plato sano, completo y reconfortante. Si os animáis a prepararlo, mandadme una foto para que pueda ver lo rico que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo. ¡Hasta la próxima receta!
Un rico plato, el que nos has compartido que se inspira en esa terrible historia ... Yo me quedo tu entrañable reconocimiento a tu abuela y a tu mama. Besitos guapa.
ResponderEliminarQue delicia de reto. Anotada la receta para hacer la
ResponderEliminarMe has emocionado y pienso hacer la receta
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