Bizcocho de naranja, coco y sémola. Reto Alfabeto Dulce
Ya estamos a día 25 y hoy toca publicar el Reto Alfabeto Dulce que organiza Ana del blog Cook the Cake. Este mes ha tocado la letra S y la responsabilidad de la elección del ingrediente ha recaído sobre Biljana, del blog Mis Dulces Joyas. Cuando Ana nos informó de la letra letrita se me ocurrieron varias posibles opciones: sandía, sidra, sirope... Lo que nunca jamás se me hubiera pasado por la cabeza es la sémola de trigo.
No os podéis imaginar mi cara cuando leí que el ingrediente que teníamos que usar era la sémola de trigo. ¿Sémola? ¿En serio? Yo, hasta ahora, pensaba que la sémola era un tipo de pasta seca, tipo macarrones o fideos pero muy pequeña, como en granos. Y claro, imaginaros mi agobio: una tarta de spaguetti igual le queda bien a Ferrán Adriá, pero a mí no.
Investigando un poco, (bendito Internet) descubrí que la sémola es, realmente, una harina muy gruesa que se hace triturando los granos secos del cereal (trigo, maíz, arroz...). Como nunca había preparado ninguna receta con sémola, pedí socorro y mi amiga cocinillas Merche me contó que tenía fichado del blog Delicious Stories un bizcocho hecho con sémola. Allí que me fui a verlo y el resultado me encantó, así que el bizcocho que os enseño hoy es una adaptación de ese mismo. Creo que hoy he batido mi propio record de enrollarme, así que sin más preámbulos, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- 180 gramos de sémola de trigo
- 180 ml de aceite
- 250 ml de zumo de naranja
- 150 gramos de mermelada de naranja
- 4 huevos
- La ralladura de dos naranjas
- 50 gramos de azúcar blanquilla
- 25 gramos de azúcar moreno
- 80 gramos de coco rallado
- 90 gramos de harina
- 2 cucharadas de almendra molida
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
Además
- 2 cucharadas de zumo de naranja
- 4 cucharadas de azúcar glass
Comenzamos pasando la sémola por el molinillo de café o por la batidora para dejarla un poquito más fina. Por el momento, la reservamos. Ahora, ponemos en un bol los huevos, el zumo, la mermelada, el aceite y la ralladura de naranja y batimos con las varillas (yo he usado las de mano, si preferís usar las eléctricas, sin problema) hasta que se integre todo completamente.
Ahora, vamos añañdiendo el resto de ingredientes de uno en uno: los dos tipos de azúcar, la sémola, la harina, la levadura, el coco y la almendra molida. De nuevo, batimos hasta tener una masa perfectamente ligada.
Engrasamos ligeramente el molde escogido con una pizca de mantequilla (si vuestro molde es de silicona, no sería necesario) y vertemos la masa en él. Metemos en el horno (como siempre, que esté precalentado) a 180 grados con calor arriba y abajo hasta que el bizcocho haya cuajado completamente. Cada horno es un mundo y puede variar algo el tiempo de cocción, pero para que os hagáis una idea, yo he tenido mi bizcocho en el horno unos 45 minutos. Para saber si ya está hecho, podéis usar el truco del palillo: introducimos un palillo en el centro del bizcocho y si sale seco, significa que está listo.
Lo sacamos del horno y lo dejamos templar en el mismo molde un buen rato antes de desmoldar (si no, es muy probable que se nos rompa...). Lo ponemos sobre una rejilla para que se enfríe completamente y mientras, preparamos una cobertura ligera que le va genial a este bizcocho: ponemos en un bol las dos cucharaditas de zumo de naranja y el azúcar glass y batimos hasta que éste se diluya completamente. Con ayuda de una brocha pintamos toda la superficie del bizcocho y listo. ¡Ya podemos zamparnos nuestro bizcocho!
Tengo que decir que la receta de hoy ha sido toda una sorpresa. Después de mis dudas iniciales respecto a la elección de la sémola de trigo, tengo que decir que me alegro mucho. El resultado me ha encantado (mis conejillos de indias que lo cataron ya están pidiendo más...) y siempre es estupendo conocer ingredientes nuevos. De verdad, animaros a hacerlo porque queda un bizcocho muy tierno (esa era mi principal preocupación, pero no, es muy jugoso), con mucho sabor a naranja y con un toque de coco que le va súper bien. Os aseguro que no va a ser la última vez que prepare este bizcocho... Lo podéis acompañar con un poco de helado (de queso o vainilla, por ejemplo), con un poco de yogur batido o, incluso, pintarlo con un poco de licor de naranja.
Como siempre, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram y, sobre todo, que estoy de SORTEO. Tenéis en enlace aquí mismo a la derecha: es súper fácil participar y, además, los regalos son estupendos, así que ¡mucha suerte!
Que buena pinta tiene este bizcocho, además debe estar riquísimo, la verdad es que la sémola nos descolocó a todos, pero a mi me ha encantado trabajar con ella, conocer diferentes usos y postres!!!
ResponderEliminarBesos!
http://bakelosophy.blogspot.com.es/
Que curioso este bizcocho, a veces los ingredientes más extraños van mejor de lo que creemos. Bss.
ResponderEliminarTe quedo genial, yo también pensaba que no podría hacer nada con este ingrediente. Pero me he quedado muy sorprendida!! Besos
ResponderEliminarEl corte se le ve buena pinta, aunque sintiéndolo mucho no quiero saber de la sémola de trigo nada más en mi vida salvo que sea para pasta xD
ResponderEliminarBesines
hola guapaa!!menuda pintaza el bizcocho mmmm..yo la verdad sea dicha me acobarde en cuanto leí el ingrediente jajajaj pero habéis hecho unos dulces super ricoss!!
ResponderEliminarmuakss
¡Buenísimo! :)
ResponderEliminarQue ricooooooo!!!!
ResponderEliminar