Helado de piña colada

Estamos casi a finales de agosto y yo publico ahora el primer helado de la temporada... Más vale tarde que nunca, ¿no? La verdad es que tenía mi reluciente heladera nueva sin sacar de la caja, pero tengo que confesar que no he tenido hasta ahora demasiado ánimo a estrenarla. Me la regalaron justo el día antes de fastidiarme el pie, y con eso de tener que estar de reposo he cocinado bastante poco... Pero ahora que ya me dejan levantarme y apoyar el pie no he podido resistir la tentación de estrenarla, y nada mejor que este helado para hacerlo.

La receta de helado de hoy es un tres en uno. No me entendáis mal, no os vayáis a engrasar las puertas con él... Con la misma base podemos hacer un helado de piña, un helado de piña y coco, o un helado de piña colada (piña, coco y un poco de ron, para darle un poco de alegría al cuerpo...). Es un helado muy refrescante, con ese punto ácido de la piña que a mí me encanta. Se hace en un pis pas y, aunque no tengáis heladera, queda también muy cremoso (yo lo he hecho muchísimas veces sin ella). Así que no me lío más, que si sigo hablando termina el verano antes de enseñaros este riquísimo helado. Os digo los ingredientes y comenzamos.

• 3 yemas de huevo
• 80 gramos de azúcar glass
• 1 vaso de leche
• 1 cucharada de postre de maizena
• 400 gramos de piña natural
• 5 cucharadas de miel
• 200 ml de nata para montar (mínimo 35% materia grasa)
• 3 cucharadas de coco rallado
• Un culín de ron

Comenzamos. Ponemos en un bol apto para microondas las yemas de huevo, la maizena, el azúcar glass y la leche (que tiene que estar caliente). Batimos bien con unas varillas de mano hasta que esté todo completamente integrado. 

Metemos en el microondas y calentamos a máxima potencia durante tres minutos, sacando el bol cada medio minuto para batir bien la mezcla y evitar que se pegue. Al final de este tiempo, tendremos una crema (similar a la pastelera, muy rica...) que, por el momento, vamos a dejar que se temple un poco.

Mientras tanto, troceamos la piña y la trituramos con la batidora junto con la miel hasta tener un puré muy suave y fino. Tened paciencia: la piña es una fruta con muchas hebras, muy fibrosa, y vamos a tardar unos minutines en tenerla perfectamente triturada. Vertemos el puré de piña sobre la crema que hemos hecho anteriormente y mezclamos bien. Reservamos en el frigorífico.

Montamos la nata a punto de nieve con unas varillas eléctricas (es mucho más rápido, fácil cómodo y muuucho menos agotador y que hacerlo a mano...) y cuando esté lista, la añadimos a la crema de piña que teníamos en la nevera. Mezclamos con una espátula haciendo movimientos envolventes para que no baje la nata. Así tendríamos la mezcla preparada para hacer el helado de piña. 

Si queremos un helado de piña&coco, en este punto tan solo tenemos que añadir a la mezcla el coco rallado y, si nos apetece un helado de piña colada, ponemos también un poco de ron (al gusto, yo para esta cantidad he puesto dos vasos de chupito). 

Si vamos a hacer el helado usando la heladera, necesitamos enfriar durante varias horas la mezcla en el frigorífico antes de pasarlo a la máquina. Si no disponéis de heladera, que no cunda el pánico: yo antes de tener la heladera he preparado este helado un montón de veces y queda muy suave y cremoso: tan sólo tenéis que batirlo varias veces durante el proceso de congelación para que no se formen cristales de hielo. ¡A disfrutar de nuestro helado casero de piña colada!

Algunos consejos:

• Si hay alguien a quien no le guste el coco, podéis hacer la mezcla base de helado de piña, dividirla en dos y añadir solamente a una de las partes el coco, así todos contentos.
• Podéis servir el helado en boles de cristal, o hacer unas tulipas de galletas súper ricas y fáciles. Otra opción para servirlo es preparar unos boles de chocolate que se preparan en un pis pas.
• Para que la nata se monte bien, es necesario que a la hora de trabajarla esté muy muy fría y que el recipiente y las varillas estén perfectamente limpias y secas. 
• Os recomiendo que, a la hora de meter el helado en el congelador, lo guardéis en un recipiente (yo prefiero que sea de cristal) que tenga tapa o, si no, que lo tapéis bien con papel film.

Ya veis que es bien sencillo preparar no uno, si no tres helados diferentes. Como os comentaba antes, yo he preparado este helado muchas veces sin heladera y queda muy bien, así que no os preocupéis si no tenéis la maquinita. El resultado es un helado con ese punto un poco ácido tan característico de la piña, muy refrescante y nada empalagoso, perfecto para degustarlo tras una buena comida. 

Os recuerdo que estamos de sorteo en el blog hasta el 31 de agosto, aprovechad a participar que los regalos merecen la pena. Además tendremos dos ganadores, podéis participar tanto desde Facebook como desde Twitter. ¡Mucha suerte