Brownie con frambuesas y pepitas de chocolate blanco

Hay pocas cosas que me gusten más que los brownie, con ese sabor 100% chocolatoso y esa textura tan suave y melosa. Realmente deliciosos (y también ligeramente adictivos, todo hay que decirlo...); yo no conozco a nadie que se pueda resistir a ellos. La verdad es que la receta clásica de este pastel de chocolate es perfecta, pero además permite cantidad de variaciones, como la que os traigo hoy que está, si cabe, aún más rica que la original.

Y es que hoy vamos a hacer un brownie de chocolate negro con frambuesas y pedacitos de chocolate blanco. ¿Os imagináis? La acidez de las frambuesas combina genial con el dulzor de este pastel, y el chocolate blanco, que vamos a añadir en trocitos, aporta un punto crujiente y muy sabroso. ¡Riquísimo! Así que hoy sí que no hay excusa para no preparar este postre, seguro que a todos en casa os encanta. Desde luego, en mi casa vuela cada vez que lo preparo... Así que lo mejor es que no me enrolle más y nos pongamos al lío. Os digo los ingredientes y comenzamos.

• 150 gramos de chocolate negro
• 125 gramos de mantequilla
• 2 huevos
• 100 gramos de azúcar moreno
• 100 gramos de azúcar blanco
• 100 gramos de harina
• Un puñadito de frambuesas (frescas o congeladas)
• 4 o 5 onzas de chocolate blanco

Antes de nada, si usamos frambuesas congeladas, como es mi caso, las sacamos a temperatura ambiente mientras preparamos la masa para que comiencen a descongelarse. Por otro lado, picamos el chocolate blanco en pedacitos no muy pequeños, y por el momento lo reservamos.

Derretimos el chocolate en el microondas, calentándolo en intervalos de 15 segundos a máxima potencia. Cuando lo tengamos medio derretido, añadimos la mantequilla y seguimos calentando hasta que ambas cosas estén completamente fundidas y batimos con unas varillas de mano hasta que se mezclen perfectamente ambas cosas. Añadimos los huevos uno a uno.

Añadimos los dos tipos de azúcar y batimos hasta que se integren totalmente. Por último, echamos la harina tamizada y mezclamos hasta que no queden grumos.

Vertemos la masa en el molde escogido (normalmente, para los brownie se suelen usar moldes cuadrados o rectangulares, pero usad el que tengáis a mano; en cualquier caso, engrasadlo bien previamente) y repartimos por encima las frambuesas y los pedacitos de chocolate blanco.

Metemos el molde en el horno (precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) hasta que nuestro pastel esté hecho, calculad unos 25 minutos. El brownie es un tipo de pastel que tiene que quedar ligeramente blando en su interior, así que es importante que no nos pasemos en el tiempo de horneado.

Cuando lo saquemos del horno, lo dejamos enfriar 10 o 15 minutines antes de desmoldarlo. Lo típico es servir este pastel cortado en pedazos cuadrados, y si queremos bordar el postre, sólo tenemos que servirlo de una bola de helado. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Al brownie siempre le van bien las nueces, así que si queréis podéis añadir a vuestra masa un puñadito de ellas troceadas.
• Como os decía al principio, podéis usar frambuesas frescas o congeladas. Yo suelo tirar de congeladas porque son más fáciles de encontrar y, sobre todo, más asequibles.
• Aunque el brownie se suele servir cortado en trozos, os recomiendo que vayáis cortando los pedazos que vayáis a consumir para que se conserve mejor.

Es una pena que no podáis coger un trocito de este brownie a través de la pantalla, no os va quedar más remedio que hacerlo vosotros mismos para descubrir lo tremendamente delicioso que está. Porque lo que no podéis hacer es no probarlo, aunque yo os aviso de que es adictivo. Cuando lo hagáis, recordad sacar una foto para que pueda ver lo rico que os queda, me hace muchísima ilusión que os animéis con mis recetas. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, los enlaces los tenéis justo aquí mismo a la derecha.¡Hasta la próxima receta!