Galette de melocotones y cerezas

Antes de nada, disculpadme por la desconexión blogueril de estas semanas. Me operaron hace ya un mes del tobillo y no ando yo muy toledana para meterme en la cocina a preparar recetas y sacar las fotos. Pero con la galette que os tarigo hoy he tenido que hacer una excepción: no podía dejar pasar el verano sin enseñárosla. Así que después de apañarme como he podido para hornear y fotografiar, aquí ando con la pata en alto escribiendo este post... Si esto no es amor por la repostería, ¡¡que baje Dios y lo vea!!

Las galette son unas tartas de aspecto un poco rústico con una base hecha con una masa crujiente y con rellenos varios. En este caso no he podido resisitirme a usar dos de mis frutas preferidas de la temporada veraniega: melocotones y cerezas. Suena rico, ¿verdad? Pues os aseguro que el resultado es aún mejor de lo que podáis imaginar. Crujiente, con el punto justo de dulzor, con todo el sabor de las frutas... ¡Deliciosa! Nada, no me entretengo más que seguro que estáis deseando poneros manos a la masa. Estos son los ingredientes necesarios.

Para la base:

• 200 gramos de harina
• 80 gramos de azúcar
• 30 gramos de almendra molida
• 30 gramos de avellanas
• 120 gramos de mantequilla fría
• 1 yema de huevo
• La ralladura de un limón

Para el relleno:

• 2 melocotones
• Cerezas (un buen puñado, unas 20 unidades aproximadamente). En este vídeo de mi canal de YouTube os enseño cómo eshuesarlas facilmente,
• 60 gramos de azúcar

Vamos a comenzar triturando las avellanas hasta molerlas. Podéis hacerlo con una picadora (yo lo hago así), un molinillo de café o con un mortero; lo que tengáis en casa y os resulte más cómodo. 

Ponemos en un bol las avellanas ya molidas junto a la almendra, la harina, y el azúcar. Añadimos la mantequilla en trocitos y trabajamos con las manos hasta tener una masa similar a la arena. Echamos la yema de huevo y la ralladura de limón y amasamos hasta que todos los ingredientes se integren y tengamos una masa homogénea. Hacemos una bola con ella, la envolvemos en papel film y la guardamos en la nevera un buen rato (dos horas mínimo, si no, no podremos manejarla bien).

Pasado este tiempo, cubrimos una bandeja de horno con papel sulfurizado y colocamos la bola de masa en el centro. La cubrimos con otro trozo de papel sulfurizado y extendemos nuestra masa (bien con un rodillo o bien con las manos) dándole forma redondeada hasta que quede aproximadamente de medio centímetro de grosor. Las galette son tartas de aspecto rústico, así que no hace falta que quede perfectamente redonda. 

Vamos a preparar el relleno (mientras tanto volved a metemos la masa ya extendida en la nevera). Es muy sencillo: simplemente tenemos que pelar los melocotones y partirlos en gajos finitos; cortar las cerezas por la mitad y deshuesarlas.

Sacamos de nuevo la masa de la nevera y extendemos la fruta por encima, librando los bordes (al menos dos centímetros). Espolvoreamos todo el azúcar (excepto una cucharada) por encima de la fruta. Doblamos los bordes de masa hacia dentro, trabajando con cuidado para que la masa no se rompa. Distribuímos el azúcar sobrante sobre el borde de la galette; le va a dar un toque aún más dulce y crujiente a la corteza.

Metemos nuesta galette al horno (precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) y horneamos hasta que los bordes se doren, unos 25 minutos aproximadamente. Cuando esté lista, la sacamos del horno y la dejamos enfriar antes de cortarla (resistid la tentación: si la cortamos aún caliente la fruta perderá todo el jugo). Una vez esté fría, ya podemos dar rienda suelta a nuestra deliciosa galette. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Si queréis, podéis dejar reposar la masa incluso un día entero: podéis prepararla de vípsera y formar y hornear la galette el mismo día que queráis comerla. A la hora de extenderla, es importante que no la dejéis demasiado fina (medio centímetro es suficiente) porque si no la base se ablandará y no aguantará el peso de la fruta.
• Podéis añadir una pizca de canela a la masa, le da un sabor muy rico.
• Podéis sustituir los melocotones por nectarinas (en ese caso no es necesario que los peléis) o por paraguayos.
• Esta galette queda perfecta si la servís acompañada de una bola de helado de vainilla; el contraste de sabores es delicioso.

Aprovechad a preparar esta galette ahora que estamos en plena temporada y los melocotones y las cerezas están en todo su esplendor. Os va a gustar muchísimo: la masa queda crujiente y con el toque tostado de los frutos secos, y el sabor de las frutas queda amplificado gracias al horno. Cuando os animéis a hacerla, recordad mandarme una foto, no os imagináis lo feliz que me hace que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, los enlaces los tenéis justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!