Pastel turco de yogur con mermelada y fruta fresca. Reto Reposteras por Europa

Este año no he podido ir de vacaciones, qué pena, con lo que me gusta viajar, conocer nuevas culturas, nuevos lugares, probar las comidas típicas de cada país... Menos mal que, al menos, he podido evadirme un poco y conocer (aunque sea solamente virtualmente) un montón de países gracias al Reto Reposteras por Europa que, cada día 10 de mes, organiza Pili del blog Tothom a la Cuina. En este último viaje gastronómico del 2015 (madre mía cómo se me ha pasado de rápido este año...) viajamos nada más y nada menos que a Turquía, uno de los países que más me apetece conocer.

A la hora de preparar este reto he investigado un poco, porque, a parte de las delicias turcas, no conocía ningún postre típico de este país. La tarta que os traigo hoy es una receta original del chef Gordon Ramsay y la verdad es que he acertado de pleno al escogerla. ¡Qué delicia! Una tarta súper suave y delicada, nada empalagosa y con un toque cítrico perfecto. Además he optado por rematarla con un poco de mermelada y fruta fresca que le van genial y le aportan aún más frescura. ¡Me ha encantado! Es una pena que no podáis coger un pedacito a través de la pantalla porque seguro que nada más probarla os lanzabais de cabeza a hacerla... Os vais a tener que conformaros con mi palabra y prepararla para poder catarla, así que os digo ya mismo los ingredientes* y nos ponemos al lío.

Para el pastel:

• 6 huevos
• 170 gramos de azúcar
• 75 gramos de harina
• Media cucharadita de levadura
• Una pizca de sal
• 5 yogures griegos naturales (600-625 gramos)
• 3 cucharadas de zumo de naranja

Para la decoración:

• 2 cucharadas de mermelada de naranja
• Unas rodajas de kiwi pelado
• Unos cuantos gajos de mandarina
• Uvas
• La ralladura de una naranja y de una lima (opcional)

*Con esta cantidad de ingredientes me han salido dos tartas de 18 centímetros de diámetro

Separamos las claras y las yemas y las colocamos en disntintos boles. Con ayuda de las varillas eléctricas, montamos las claras a punto de nieve y, cuando estén bien firmes, las reservamos hasta que las necesitemos.

Añadimos al bol con las yemas el azúcar y batimos (os recomiendo que de nuevo usemos las varillas eléctricas) hasta que la mezcla doble de volumen. Tamizamos la harina, la levadura y la sal y lo añadimos a las yemas, mezclando, ahora más suavemente, hasta que se integre y no queden grumos.

Echamos el yogur y el zumo de naranja y mezclamos todo bien, Por último, añadimos las claras que habíamos montado previamente, integrándolas con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, para que las claras no se bajen.

Engrasamos el molde que hayamos escogido (os recomiendo que sea alto y desmontable) y vertemos nuestra masa. Metemos al horno a 160 grados (precalentado, con calor arriba y abajo) y horneamos durante unos 40 o 50 minutos, hasta que el pastel cuaje. Como siempre os digo, el tiempo puede variar en función de vuestro horno, del tamaño y de la forma del molde... Si veis que se dora demasiado durante la cocción, tapadlo con un poco de papel albal. Es normal que durante la coción nuestro pastel aumente mucho el volumen y se rompa un poco por la superfiie, no os preocupéis. Cuando nuestro pastel de yogur esté hecho, apagamos el horno y lo dejamos reposar cinco minutos dentro para que no baje demasiado rápido.

Pasado este tiempo, lo sacamos y lo dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo antes de desmoldarlo. Cuando lo desmoldemos, solamente nos queda decorarlo. Calentamos la mermelada unos segundos en el microondas para diluírla un poco y la distribuímos por toda la superficie de nuestra tarta; seguido, colocamos las frutas. Antes de hincarle el diente, es conveniente que guardemos el pastel en la nevera un ratito para que todos los sabores se integren. Justo antes de servirla, rallamos un poco de piel de naranja y lima sobre la tarta. ¡Listo! ¡A comer! 

Algunos consejos:

• La receta original añade zumo de limón a la tarta en lugar de naranja, así que si os apetece dadle un toque más amargo, no os corteis.
• Las frutas que yo os propongo son solamente una posibilidad de las muchas que podemos escoger: poned vuestras favoritas. También podéis usar fruta en almíbar.
• Como os decía, a mí me han salido dos tartas medianas. Si sólo queréis hacer una del tamaño de la mía, simplemente tenéis que usar la mitad de ingredientes. Y si optáis por hacer una sola tarta más grande, necesitaréis un poco más de tiempo de horneado.

Esta pastel es realmente delicioso, confiad en mí y preparadlo que os va a encantar. Es una opción perfecta para las comilonas que nos vienen estos días, porque es muy ligera, esponjosa y suave; acompañada con una bola de helado es un postre de 10, además lo podemos preparar con antelación, así que son todo ventajas. Cuando lo hagáis, enviadme una foto para que pueda ver lo bueno que os queda, me hace muchísima ilusión. Por último, como siempre, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, los enlaces están justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!