Kakaós csiga (chocolate rolls húngaros). Reto Reposteras por Europa
Ya estoy aquí con el primer Reto Reposteras por Europa de 2016. Sí, ya sé que hoy es día 12 y que el día de publicación es el10, pero este mes, para no coincidir de pleno con la vuelta a la rutina tras las vacaciones navideñas, como excepción, hemos retrasado nuestra cita con la gastronomía europea un par de días. Esta vez nos ha tocado viajar hasta Hungría, y, esta vez, me ha tocado investigar mucho (¡gracias Internet!) para conocer un poco más la repostería de este país porque la verdad es que era bastante desconocida para mí.
Después de buscar y ver varias opciones interesantes, descubrí en un blog húngaro en inglés los kakaós csiga y fue amor a primera vista. ¿Kakaós csiga? No, no es un insulto o algo similar: para que me entendáis, se trata de unos chocolate rolls o caracoles de chocolate (csiga en húngaro significa caracol). No os podéis imaginar qué contenta estoy con mi elección: estos caracoles chocolateados están Tremendos (sí, así, en mayúscula). Se trata de unos bollos muy tiernos, blanditos y con un relleno de cacao delicioso. Os aseguro que ya los he hecho dos veces desde que los decubrí, son realmente ricos (y bastante adictivos). Además, aunque se trata de una masa con levadura, no es una elaboración difícil: lo único importante es respetar los tiempos de levado. Así que no me enrollo más y nos ponemos al lío que estaréis deseando probarlos. Estos son los ingredientes que vamos a necesitar.
Para la masa de los kakaós csiga:
- 300 gramos de harina (para todo uso)
- 14 gramos de levadura fresca de panadero
- 160 ml de leche templada
- Dos yemas de huevo
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- Una cucharada sopera de azúcar
- Una cucharada sopera de aceite de girasol
- Un chorrito de leche tibia con una cucharada de azúcar disuelta para pintar las caracolas
Para el relleno:
- 50 gramos de mantequilla
- 6 cucharadas soperas de azúcar
- 3 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
Antes de nada, os cuento que yo he hecho estos bollos con ayuda de la amasadora, pero si no tenéis, podéis hacer la masa a mano igualmente. La técnica, el procedimiento y los tiempos son los mismos, excepto que se os van a cansar un poco más los brazos. Aunque después del esfuerzo seguro que os coméis un kakaós csiga mucho más a gusto...
Aclarado esto, comenzamos. Ponemos en un bol la harina y añadimos las yemas de huevo, la pizca de sal, el azúcar y la esencia de vainilla. Echamos la levadura en la leche templada (es importante que no esté demasiado caliente, que si no matamos la levadura) y removemos con la manos o con una cuchara de madera (mi abuelo Pepe me dijo hace tiempo que la levadura fresca no reacciona bien al metal y yo, por si acaso, le hago caso) hasta que se diluya por completo. Lo añadimos a la mezcla anterior y comenzamos a amasar suavemente. Cuando estén casi integrados todos los ingredientes, añadimos el aceite y continuamos amasando durante diez minutos aproximadamente. Si veis que la masa queda demasido seca, podéis añadir una pizca más de leche (en mi caso no ha sido necesario, pero esto puede variar en función del tipo de harina que uséis; lo que no os recomeniendo es que echéis más harina si notáis que la masa está muy blanda; poco a poco la notaréis más manejable y menos pegajosa).
Después de este primer amasado, dejamos reposar la masa cinco minutos y a continuación volvemos a amasar durante diez minutos más. Ahora, hacemos una bola con la masa, la ponemos en un bol (engrasado con unas gotas de aceite), lo tapamos con un trapo y lo colcamos en un lugar cálido para que la masa crezca.
Cuando nuestra masa haya doblado su tamaño (el tiempo puede variar, a mi la primera vez me tardó dos horas y la segunda vez hora y media) la sacamos del bol y la amasamos un minuto, lo justo para quitarle el aire. La dejamos reposar cinco minutos y, mientras tanto, vamos a preparar el relleno. Echamos en un bol el azúcar y el cacao y mezclamos ambas cosas. En otro bol, echamos la mantequilla y la derretimos (es muy poca cantidad, en 10 o 15 segundos en el microondas será suficiente).
Pasados los cinco minutos de reposo, extendemos nuestra masa sobre la mesa de trabajo, dándole forma rectangular. Nos tiene que quedar una masa más bien finita, de un grosor de unos 3 o 4 milímetros de grosor. Con ayuda de una brocha, la pintamos con la mantequilla derretida y, a continuación, repartimos la mezcla de cacao y azúcar por toda la superficie del rectángulo, dejando libre un centímetro en los bordes.
Enrollamos la masa, formando un rulo y, con ayuda de un cuchillo bien afilado, lo cortamos en rodajas de un centímetro de grosor. Las colocamos en la bandeja del horno (cubierta con papel sulfurizado) no demasido próximas unas a otras, las tapamos con un trapo y las dejamos levar de nuevo. Como os decía antes, el tiempo puede variar un poco en función de la temperatura y de la humedad que tengáis en casa.
Cuando nuestros rollos o caracolas hayan crecido llega el momento de hornearlos. Los metemos en el horno (precalentado a 175 grados con calor arriba y abajo) y los horneamos hasta que se doren ligeramente, unos 15 o 18 minutos aproximadamente. Atención: cuando lleven en el horno diez minutos es cuando vamos a pintarlos, con ayuda de una brocha, con la leche azucarada. Una vez pintados, los devolvemos al horno y esperamos a que se terminen de hacer.
Cuando nuestros kakaós csiga estén listos, los sacamos y los dejamos templar sobre la misma bandeja. Una vez se hayan templado, ya están listos para comer. ¡Qué delicia! ¡Qué aproveche!
Algunos consejos:
- Como os decía antes, estos chocolate rolls o kakaós csiga no son difíciles de hacer, lo único que hace falta es tener un poco de paciencia con los levados. Si en vuestra casa hace mucho frío, podéis acercas la masa un poco a los radiadores (o a la vitro si estáis cocinando) para que este proceso sea un poco más rápido.
- Con esta cantidad de ingredientes salen una buen número de kakaós csiga. Si queréis, una vez estén fríos podéis congelarlos para comerlos cuando os apetezca. Los envolvéis en papel film y sólo tenéis que sacarlos unos minutos antes de querer degustarlos.
- Os recomiendo que uséis un cacao de buena calidad, de ello va a depender mucho el sabor que tengan vuestros kakaós csiga. Por otro lado, podéis sustituir la levadura fresca por 5 gramos de levadura seca de panadería.
- Podéis comerlos tal cual o espolvoreados con un poco de azúcar glass.
Estos kakaós csiga están realmente deliciosos: quedan muy muy tiernos y el relleno de cacao está para chuparse los dedos, queda medio derretido y cuando muerdes un rollo se te inunda la boca de un sabor delicioso. Ya os digo que los he preparado dos veces y, en cuanto se me acaben los que me quedan en el congelador (que al ritmo que llevo no tardaré demasiado...) me pongo de nuevo manos a la masa porque estoy totalmente enganchada. Así que no dejéis de hacerlos que sé que os van a encantar y me lo vais a agradecer eternamente. Cuando los hagais, recordad enviarme una foto para que pueda ver lo ricos que os quedan. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
Como los cinnamon pero con chocolate...
ResponderEliminarUmmm qué ricos!!!
Que ganitas de pillar uno!!!
Besotes
Cualquiera lo diría que con este nombre se refieran a estas caracolas de chocolate tan ricas...
ResponderEliminarUn besito:)
Cualquiera lo diría que con este nombre se refieran a estas caracolas de chocolate tan ricas...
ResponderEliminarUn besito:)
Que buenos, tienen una pinta estupenda. Me quedo la receta Besos!!
ResponderEliminarTienen una buena pinta increíble! Yo los hago parecidos pero sin chocolate. Estoy habrá que probarlos. Besos
ResponderEliminarElena!!! Wowww contenta estoy yo... porque hayas topado con ellos y nos los hayas preparado... Receta copiada!!! Un besote.
ResponderEliminarLo que me gusta a mí un bollito con chocolate para el café... Muero de amor...
ResponderEliminarOhhh que deliciosos, me los guardo para probarlos porque seguro que en casa encantaran. Besos.
ResponderEliminarMe encantaron, yo también recurrí una vez más a mi "best friend Google", porque sin su ayuda no podría participar en ningún reto, ja, ja, ja...
ResponderEliminarDeliciosos los caracoles de chocolate y preciosas las fotos.
Besos y feliz año!
Yo encantada de viajar con vosotras y de disfrutar de estas recetas tan buenas y ricas. desconocidas para mí. Un beso!!!
ResponderEliminarUmmm que buena pinta Elena, pero me tendré que animar a prepararlos porque lo mío con las masas no es amor precisamente y paciencia para los levados tampoco, jijiii, pero el cacaco me atrae mucho
ResponderEliminarHemos coincidido Elena, no me extraña que te hayas enganchado a estas caracolas.....están increiblemente deliciosas!!!
ResponderEliminarTe han salido de lujo!!
Un bst.
la busqueda te ha merecido la pena, proque nos has agradado la vista y el paladar.Besos
ResponderEliminarQue montón de cosas ricas tienes en tu blog!!, con tu permiso me quedo.
ResponderEliminarBesos