Tarta de manzana con leche condensada. El Asaltablogs Invisible (segunda parte)

Si hay algo típico de Navidad son los amigos invisibles, y como en El Asaltablogs nos va mucho (pero que mucho mucho) la marcha nos faltó tiempo para apuntarnos y hace unos días publicamos las recetas de El Asaltablogs Invisible 2015 (por si no lo habéis visto, yo robé una tarta de queso con granada espectacular). Y como aparte de irnos mucho (pero que mucho, mucho, muchísmo) la marcha, somos un poco yonquis en esto de asaltar cocinas ajenas, pues nos hemos liado la manta a la cabeza y hemos organizado un segundo Asaltablogs Invisible.

En esta segunda edición mi blog asaltado invisible ha sido el de Mercedes,  Hogar y Brasas, lleno recetas dulces ricas ricas. Como ya sabéis, a mí me pierden las tartas de manzana (tengo un montón de ellas publicadas en el blog: la tarta clásica, el strudel, tartaletas con crumble y crema pastelera, tarta sueca de manzana, apple pie... ¡para todos los gustos!) así que tuve claro desde el principio que receta robar a Mercedes: una tarta de manzana con leche condensada que tenía una pinta tremenda. El resultado, buenísimo: una tarta muy suave, cremosa y nada empalagosa. En mi casa ha sido todo un éxito, y la repetiré seguro porque, además, es muy rápida de hacer. Así que no me enrollo más y nos ponemos a cocinar. Estos son los ingredientes que vamos a necesitar.

• Una placa de hojaldre redonda (refrigerada o congelada)
• 2 manzanas
• 3 huevos
• 250 gramos de leche condensada
• 250 ml de leche
• Una cucharada de maizena (unos 40 gramos)
• Una cucharadita de esencia de vainilla
• 2 cucharadas de mermelada de melocotón (comprada o casera)

Comenzamos cubriendo la base del molde que hayamos escogido con papel sulfurizado o de horno (en mi caso un redondo de 20 centímetros de diámetro) y extendemos encima la placa de hojaldre. Recortamos el sobrante de masa que sobresalga de los bordes y, por el momento, reservamos.

Vamos a preparar ahora el relleno (que no puede ser más fácil). Ponemos en un bol los huevos, la leche condensada, la leche, la esencia de vainilla y la maizena y batimos todo hasta que no queden grumos. Yo lo hago directamente con la batidora (o minipimer, para que nos entendamos), más rápido imposible.

Pelamos las manzanas, las descorazonamos y las cortamos en gajos finitos (este paso lo hacemos en último lugar para que las manzanas no se oxiden y se pongan negras). Los distribuímos sobre el hojaldre, colocándolas ligeramente superpuestas entre sí. Ahora, echamos la crema del relleno sobre la manzana, suavemente para que no se descoloquen demasiado los gajos de manzana.

Metemos nuestra tarta en el horno (precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) durante más o menos 40 minutos, hasta que veamos que la crema está bien cuajada. Cuando esté lista, la sacamos y la dejamos reposar sobre una rejilla para que se enfríe y, cuando esté fría, la pintamos con la mermelada. ¡A comer! ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• En lugar de usar mermelada de melocotón, podéis usar mermelada de albaricoque. Si cuando vayamos a usarla está demasiado espesa, la calentamos unos segundos en el microondas para que se diluya un poco y podamos extenderla más facilemente.
• Os recomiendo que uséis manzanas reineta, royal gala o golden delicious, son las que más me gustan para las tartas.
• Una pizca de canela en la crema del relleno le da un punto muy rico, así que si os gusta añadídsela.

 

Esta tarta queda muy suave, ligera y tiene un sabor delicioso, que recuerda al flan, que hace que no puedas comer solamente un trozo. Además no puede ser más fácil: mezclar los ingredientes, pelar las manzanas, echar sobre el molde y listo, vamos, lo que se dice una receta apta para todos los públicos... Cuando la hagáis, mandadme una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!