Bizcochitos de chocolate y almendra

 

¿Sabéis esos momentos en los que te entra un antojo gigante de algo dulce y no puedes parar hasta sucumbir a la tentación? A mi me pasa bastante a menudo, aunque la verdad es que casi siempre tengo alguna galleta casera o algún trozo de bizcocho esperando a que les eche el guante (golosa que es una...). Pero cuando no tengo nada preparado, me encanta hacer estos bizcochitos de cacao y almendras porque están listos en un pis pas.

Además de hacerse rápido, quedan buenísimos, súper esponjosos y con un sabor delicioso. Cacao y almendra es una combinación que no falla, a mi me encanta (y a todos los que prueban estos bizcochitos también, que siempre me piden más...). Y, para hacerlos aún más perfectos, esta vez los preparamos en unos moldes rectangulares pequeñitos y quedan unos bizcochos muy cucos, ideales para darse un capricho dulce a cualquier hora. Seguro que tenéis ganas de poneros manos a la masa, así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y a cocinar.

• Un huevo
• Una pizca de sal
• 70 gramos de azúcar
• 60 ml de aceite
• 40 ml de leche
• 80 gramos de harina
• Una cucharada de almendra molida
• Una cucharadita de levadura
• Una cucharadita de cacao
• Un puñado de almendra laminada
• Azúcar glass (opcional) 

 

Comenzamos separando la clara de la yema. Ponemos la clara en un bol junto a la pizca de sal y, con ayuda de las varillas eléctricas (por aquello de no dejarnos el brazo batiendo...) montamos hasta que la clara esté a punto de nieve, bien firme. Por el momento, reservamos.

En otro bol colocamos la yema junto al azúcar y batimos hasta que la mezcla blanquee. Añadimos la leche y el aceite y volvemos a mezclar. Tamizamos la harina, la levadura y el cacao, lo echamos a la crema e integramos, con ayuda de una espátula, con movimientos muy suaves. Ahora mezclamos la almendra molida. Por último, vertemos la clara montada y, de nuevo con movimientos muy suaves, integramos hasta que tengamos una crema bien lisa.  

Llenamos con la masa dos tercios de los moldes previamente engrasados (yo he usado unos moldes rectangulares de silicona) y repartimos por encima la almendra laminada. Horneamos (el horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) hasta que la masa cuaje, en mi caso unos 12 minutos.

Sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos sobre una rejilla antes de desmoldar nuestros bizcochitos. Antes de servirlos, si queremos, podemos espolvorearlos con un poco de azúcar glass. ¡Listo! ¡A comer!

Algunos consejos:

• Yo he hecho estos bizcochitos en moldes rectangulares, pero usad los que tengáis a mano: cápsulas de magdalenas, por ejemplo. Si queréis, también podéis hacer un bizcocho grande, aunque en ese caso deberéis duplicar los ingredientes para que la cantidad de masa sea suficiente para un molde grande. En función del tamaño del molde que uséis, el tiempo de horneado también variará; como siempre, os recomiendo que hagáis la prueba del palillo para comprobar que está bien hecho.
• Si os apetece, podéis añadir a la masa unas pepitas de chocolate negro (o chocolate negro picado).
• Usad cacao sin azúcar, de buena calidad. Para esta receta necesitamos muy poca cantidad y el sabor dependerá del tipo de cacao que utilicemos.
• Para no tener problemas a la hora de montar las claras, es súper importante que tanto el bol como las varillas estén bien limpias y secas y no caiga nada de yema.

 

Si os gusta el chocolate estos bizcochitos os van a encantar. Si os gusta la almendra estos bizcochitos os van a encantar. Así que si os gustan las dos cosas, imaginaos... ¡vais a hacer la ola cuando los probéis! Tenéis que hacerlos sí o sí, sé que me lo vais a agradecer. Cuando los preparéis, recordad enviarme una foto para que pueda ver lo ricos que os quedan, me hace muchiiiisisma ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter e Instagram, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!