Bizcocho de moras

Hace unos días os contaba que la semana pasada mi suegra me alegró la existencia al regalarme dos kilos de moras recién cogidas. ¡Con lo que me gustan! Son sin duda una de mis frutas preferidas, es una pena que duren tan poquito tiempo... Aproveché unas cuantas para hacer mermelada (así me puedo abrir un bote cuando me entre el mono de moras), otras pocas para preparar esta deliciosa cheesecake y las últimas las usé para el delicioso bizcocho que os traigo hoy.

Y es que ya sabéis que me encantan los bizcochos (hacerlos y comerlos). Me relaja muchísimo preparar la masa y me pirra el olor que inunda la casa mientras se hornea, y no me digáis que no es maravilloso poder echar mano a un trocito de bizcocho casero en cualquier momento. Y sé que seguro que vosotros también queréis probar este rico bizcocho, así que os digo ya mismo los ingredientes y nos ponemos a  cocinar.

Para el bizcocho:

• 3 huevos
• 125 gramos de azúcar
• 100 ml de aceite de oliva suave o de girasol
• Un yogur
• 225 gramos de harina
• Medio sobre de levadura
• 75 gramos de moras

Para el glaseado:

• 100 gramos de azúcar glass
• Dos cucharadas de zumo de naranja

Ponemos en un bol los huevos junto con el azúcar y batimos con las varillas eléctricas hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Añadimos el aceite mientras continuamos batiendo y, a continuación, el yogur.

Tamizamos la harina junto a la la levadura y lo añadimos a la mezcla anterior. Con ayuda de unas varillas integramos todo, con movimientos envolventes, hasta que no queden grumos. Por último, echamos las moras.

Vertemos la masa en el molde que hayamos escogido (yo he optado por uno tipo bundt cake) previamente engrasado y lo metemos en el horno previamente precalentado (180 grados con calor arriba y abajo) durante 45 minutos más o menos. Como siempre os digo, para comprobar que el bizcocho esté en su punto podemos hacer la prueba del palillo: lo pinchamos y, si sale seco, está hecho; si sale húmedo significa que el bizcocho necesita un poco más de horneado.

Cuando esté hecho lo sacamos y lo dejamos templar sobre una rejilla durante diez minutos antes de desmoldarlo. Para el glaseado, sólo tenemos que mezclar el azúcar con el zumo, Cuando tenga la textura deseada, lo vertemos sobre el bizcocho. Si queréis, para darle un toque aún más rico rallamos por encima un poco de piel de naranja. ¡Listo! ¡Buenísimo nuestro bizcocho!

Algunos consejos:

• Podemos rallar también un poco de naranja en la masa del bizcocho. Si os gusta más, la podéis sustituir por limón (también en el glaseado: ponéis zumo de naranja en lugar de zumo de limón y listo).
• Si no disponéis moras podéis usar frambuesas, arándanos, grosellas, fresas... Y podéis poner fruta congelada sin ningún problema, que a veces es más económica y más fácil de encontrar.
• No es necesario que uséis un molde tipo bundt cake, usad el que tengáis en casa: redondo, cuadrado, tipo plum cake...

Este bizcocho queda buenísimo, súper esponjoso y el glaseado le da un toque muy especial. ¡Probadlo que os va a encantar! Eso sí, cuando lo hagáis enviadme una foto para que pueda ver lo rico que os queda. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!