Crema de cebolla a la cerveza
Hace mucho que no teníamos un invierno tan frío. Bufanda, guantes, dos pares de calcetines... ¡todo es poco para enfrentarse a la ola de frío siberiano que nos está atacando! Y no sé a vosotros, pero a mi con este clima lo que más me apetece cuando llego a casa es tomar cremas y sopas calentitas para reconfortar el cuerpo, sobre todo si están tan ricas como la que os traigo hoy.
Se trata de una crema de cebolla a la que añadimos un toque de cerveza que le va genial para que no quede demasiado dulce. Tranquilos, el alcohol en la cocción se evapora, así que es apta para todos los públicos... Queda deliciosa, con un sabor un poco tostado que le aportamos al dorar ligeramente las verduras y con una textura perfecta. Vamos, que no puede estar más buena... Así que no me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- 3 cebollas
- Un puerro
- Una patata mediana
- Medio vaso de cerveza (150ml aproximandamente)
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- Una pizca de sal
- Una pizca de pimienta
- Caldo (de verduras o pollo) o agua para cubrir las verduras (unos 3 vasos)
- Un chorrito de nata
Pelamos y picamos las verduras (puerro, patata y cebollas) en trozos no demasiado pequeños. Echamos el aceite en una cazuela, lo ponemos al fuego y, cuando el aceite esté caliente, añadimos las verduras picadas.
Cocinamos unos minutos a fuego medio-alto, moviendo de vez en cuando, hasta que las verduras se doren ligeramente. Añadimos la cerveza y cocinamos durante cinco minutos más, hasta que se evapore casi totalmente.
Cubrimos de caldo o agua y echamos sal y pimienta. Cocinamos a fuego medio durante 10 o 15 minutos más, hasta que las patatas estén tiernas. Retiramos del fuego, añadimos la nata y trituramos con la batidora de mano hasta que no queden grumos.
Probamos y rectificamos de sal y pimienta si fuese necesario. Si nos queda una crema muy espesa, podemos añadir un poco más de agua o caldo. Llevamos de nuevo al fuego y cocinamos un minuto a fuego suave para que se se integren los sabores. ¡Listo! A la hora de servir, podemos acompañar con unos frutos secos picados (yo le he añadido pistachos) o unos picatostes para dar un toque crujiente. ¡Buenísima!
Algunos consejos:
- Yo he usado cerveza rubia, pero si os gusta la cerveza tostada o negra, ponédsela, seguro que le aporta un sabor muy rico a la crema.
- Esta crema se conserva unos cuantos días sin problema en la nevera. También se puede congelar, aunque en ese caso os recomiendo que no le pongáis patata; aunque la trituremos la textura que se le queda a la patata una vez descongelada no es muy agradable.
- Yo le añado un poquito de nata para darle textura, pero podéis sustituirla por crème fraiche, queso fresco o unos quesitos. También podemos no añadirle nada, así será un poco más ligera.
Animaos a preparar esta crema: está muy muy rica, como veis no tiene ninguna dificultad y nos apaña un primer plato o la cena en un pis pas. Cuando la hagáis, mandadme una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace muchísima ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
En cuanto la he visto en Ig he entrado corriendo, debe estar riquísima, esta me la guardo que aun hace frío y nos vendrá muy bien.
ResponderEliminarTodo un acierto.
Un besote
¡Pintaza! Somos muy fans de las comidas que se elaboran con algún tipo de alcohol en alguno de sus procesos de cocinado. Es un fuerte potenciador del sabor al igual que lo puede llegar a ser durante su ingesta. Comer acompañado de un buen vino o bebida, incluso en tu casa, puede recrearte una sensación de restaurante magnífica.
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