Tarta mousse de pistacho y fresa. Reto Alfabeto Dulce

Día 25. ¿Sabéis lo que toca? Cómo no vais a saberlo, si os lo digo todos los meses: hoy tenemos cita con el Reto Alfabeto Dulce, que organiza Ana del blog Cook the Cake. Este mes nuestros ingredientes son fresas y pistachos, pistachos y fresas. Rojo y verde, verde y rojo. Buena combinación, ¿verdad?

La verdad es que me ha encantado la elección de este mes, pero cuanto más me gusta os aseguro que peor lo paso. Se me ocurren un montón de posibilidades y me vuelvo un poco chiribita, y termino haciendo la receta el último día de las vueltas que le doy a qué hacer. Al final, de muuuucho pensar, he optado por una tarta mousse, sin horno, muy ligera y sobre todo muy muy buena. Cuando lo pensé sabía que iba a estar muy rica, pero os aseguro que me ha sorprendido mucho la parte de pistacho, tiene un sabor súper intenso y delicioso, y combina genial con la mousse de fresa. Toda una delicia, os lo prometo. Y quien promete no es traidor, ya sabéis. No me enrollo más, os digo los ingredientes* y no ponemos  a cocinar.

• 200 ml de nata para montar
• 60 ml de leche
• 50 gramos de azúcar
• 4 hojas de gelatina
• 50 gramos de pistachos pelados
• 80 gramos de fresas
• 4 o 5 sobaos 
• Fresas y pistachos para decorar

*Para un molde de 18 centímetros de diámetro

Lo primero que vamos a hacer es preparar los pistachos. Aunque están pelados, tienen una piel externa que vamos a quitarle también para que la textura del postre sea muy fina. Es muy fácil: ponemos un cazo con agua en el fuego, y, cuando rompa a hervir, echamos los pistachos pelados y los escaldamos durante un minuto. Pasado ese minuto, los pasamos a un bol con agua fría y los dejamos durante otro minuto. Después de este tratamiento podemos quitar la piel de los pistachos sin ningún problema. 

Una vez tengamos los pistachos listos, los ponemos en la picadora o procesadora de alimentos con cuatro cucharadas de leche o agua y los trituramos hasta que nos quede una crema bien fina. Reservamos por el momento. Picamos las fresas y las trituramos hasta que nos quede un puré. Reservamos también. 

Ponemos las hojas de gelatina en un bol con agua fría para que se hidraten. Mientras tanto, vamos a montar la nata. La ponemos en un cuenco amplio y comenzamos a batirla con unas varillas eléctricas. Cuando comience a montarse vamos añadiendo el azúcar poco a poco. Continuamos batiendo hasta que esté bien firme. 

Calentamos la leche en el microondas unos segundos y añadimos la gelatina hidratada bien escurrida. Removemos un poco hasta que la gelatina se derrita por completo y esperamos unos minutines hasta que se enfríe. Mientras tanto, cubrimos la base del molde con los sobaos: para que no quede una base excesivamente gruesa podemos cortarlos por la mitad. 

La leche ya habrá perdido temperatura: la añadimos suavemente a la nata montada y mezclamos hasta que se integre  todo. Separamos la nata en dos cuencos. En uno de ellos añadimos la crema de pistachos, mezclamos bien y la vertemos sobre la base de sobaos. Guardamos en la nevera. 

A continuación preparamos la crema de fresa: echamos el puré de fresa en el resto de nata montada y mezclamos suavemente. Cuando esté bien integrado, sacamos el molde de la nevera y lo vertemos sobre la crema de pistacho. Guardamos en la nevera unas horas, hasta que la tarta coja cuerpo. 

Algunos consejos: 

• En este tipo de tartas me gusta usar bases de bizcocho (planchas o sobaos) porque me parecen más ligeras. Pero otra opción válida es hacer la clásica base de galletas trituradas y mantequilla: si os gusta, hacedlo así. 
• Si no tenéis fresas a mano o queréis hacer esta tarta fuera de temporada, sustituid el puré de fresas por mermelada. También quedarían genial las frambuesas.
• La decoración es totalmente opcional, como siempre la digo: imaginación al poder. Fresas bañadas en chocolate, mermelada... ¡lo que queráis! 
• Yo he usado un molde pequeño.si queréis hacer una tarta más grande aumentad la cantidad de ingredientes para que os quede una tarta alta y con las dos capas bien diferenciadas.
• A mi no me ha parecido necesario, pero si queréis potenciar los colores de las mousse podéis añadir un poco de colorante alimentario.

Esta tarta queda muy muy muy rica, ya veréis. Es muy ligera y suave y con un sabor espectacular, ya veréis. Si la preparáis, mandadme una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace muchísima ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la toxina receta!