Cheesecake de leche condensada
No sé qué tendrán las tartas de queso que me gustan tanto. ¡Las comería a diario! Me parecen la forma ideal de terminar una comida: no son nada empalagosas, tienen una textura muy suave y siempre triunfan. Yo las hago muy a menudo (tenéis muuuuchos ejemplos en el blog) y en mi casa vuelan.
Así que el otro día, cuando mi chico y yo fuimos a cenar a casa de unos amigos y nos sacaron esta cheesecake de postre no pude ser más feliz. Se trata de una cheesecake de leche condensada que queda con una textura perfecta, un sabor delicioso y un punto de dulzor exacto. Os imaginaréis que salí de su casa con la receta apuntada... He cambiado un par de detallitos y el resultado es espectacular, así que estáis avisados es imposible comer solo un trozo de esta tarta. Os digo los ingredientes* y nos ponemos a cocinar.
- 2 huevos
- 300 gramos de leche condensada
- 225 gramos de queso fresco batido
- 50 gramos de queso philadelphia
- Un yogur natural
- Mermelada de fresa o de frutos rojos para cubrir la tarta (opcional)
*Para un molde de 18 centímetros de diámetro
Vamos al lío. Ponemos en un bol todos los ingredientes y mezclamos, bien con unas varillas o con la batidora. No es necesario batir en exceso, simplemente hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
Vertemos la masa en un molde (previamente engrasado y cubierto con papel de horno) y horneamos 15 minutos a 175 grados (horno precalentado con calor arriba y abajo). Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura a 150 grados y horneamos unos 30 minutos más, hasta que la tarta esté cuajada. Cada horno es un mundo, ya sabéis, así que antes de sacarla pinchadla con un palillo para ver si está lista.
Cuando esté, apagamos el horno y la dejamos reposar dentro media horita. La sacamos y la dejamos enfriar completamente antes de desmoldarla. Antes de servir, si nos apetece, podemos ponerle por encima un poco de mermelada. ¡Buen provecho!
Algunos consejos:
- Yo he usado un molde pequeñito y como veis me ha quedado una tarta alta. Si vais a usar un molde más grande y queréis que os quede bien alta lo recomendable sería que aumentarais las proporciones de los ingredientes.
- Como veis, yo no le he puesto base, pero si os apetece no os cortéis. La típica de estará tarta de se hace con galletas y mantequilla y es muy sencilla (podéis ver aquí como hacerla).
- Un poco de ralladura de limón le iría muy bien a esta tarta, así que si tenéis a mano y os apetece, ponedle un poco.
Esta tarta queda muy muy rica. Además ya veis que lleva pocos ingredientes y se preparar en un pis pas, así que no hay excusa para no ponerse a hornear ya mismo. Si la preparáis, mandadme una foto para que pueda ver lo buena que os queda, me hace mucha ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
¿He oído tarta de queso? ¡me llevo la receta!
ResponderEliminar¡Besos mil!
Jajaja! Así me gusta, que seáis rápidas!
EliminarBesotes
Madre mía Elena que delicia de tarta!! Me encantan las tartas de queso y no te digo nada si lleva leche condensada....como esta que has hecho no es muy grande, creo que me la comería enterita jaja
ResponderEliminarFeliz puente guapa!!
Un bst.
Ay la leche condensada!!! Tengo pendiente hacer leche condensada sin lactosa para hacer el flan de mi abuela, que es patrimonio familiar. Cuando la consiga tengo que ir poco a poco haciendo cosas como esta, que tiene una pinta... uf!
ResponderEliminarA mi también me encantan las tartas de queso, y ésta con leche de condensada tiene que estar buenísima !!!!
ResponderEliminarbesos,