Navajas en salsa verde

Sin duda alguna, el marisco es una de mis comidas preferidas del mundo mundial (no sé nada, ¿eh?). Me da igual qué me pongan delante: nécoras, cigalas, caracolillos, almejas, mejillones... que soy incapaz de resistirse. Es una pena el precio que tiene, por que no puedo comerlo tan a menudo como me gustaría. Uno de los mariscos que más me gustan y que más asequibles suelen ser son las navajas, y cuando las veo en mi pescadería suelo darme el capricho.

Una de las maneras que más me gusta prepararlas es en salsa verde, para poder disfrutar de la salsita mojando bien de pan (que es otra de las cosas que más me gusta en el mundo mundial, mojar pan...). Además es una preparación muy sencilla, con muy pocos ingredientes y muy rápida de hacer, así que no hay excusas. Os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 12-15 navajas
• Cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Dos dientes de ajo
• Una cebolla pequeña o una cebolleta
• Una cucharada de harina
• Una copa de vino (100 ml más o menos)
• Un vaso de caldo de pescado
• Un manojo de perejil picado
• Un par de cayenas
• Cuatro cucharadas de aceite de oliva
• Sal 

Lo primero que vamos a hacer es limpiar bien las navajas para que suelten toda la arena que tengan. Para ello, las ponemos en vertical en un recipiente con agua salada. Os recomiendo usar un vaso amplio, una jarra o algún recipiente de ese estilo para que no se tumben. Las dejamos así durante un par de horas, luego las sacamos y las secamos ligeramente con papel de cocina. 

Picamos finamente los ajos y la cebolla. Los ponemos en una cazuela con el aceite, añadimos una pizquita de sal y lo rehogamos a fuego medio un par de minutos. Echamos la harina, cocinamos un minutin, moviendo para que no se pegue, y mojamos con el vino blanco. Mezclamos bien para que no queden grumos, y a continuación añadimos el caldo. 

Añadimos la cayena y el perejil picado (reservamos un poco para decorar al final). Cocinamos a fuego medio- suave unos minutos, hasta que la salsa tenga la textura y el espesor deseado. Añadimos las navajas, tapamos la cazuela y esperamos a que se abran (tardan muy poquito, uno o dos minutos). 

Cuando las navajas se hayan abierto, retiramos del fuego, echamos el resto del perejil picado y ¡listo! A la hora de servir, lo único importante es tener bien de pan para mojar en la salsa y un buen vino blanco bien fresquito. ¡Qué aproveche!

Algunos consejos:

• Usad el vino blanco que soláis tomar y que os guste. Verdejo, albariño, txakoli...
• Ya que vamos a usar poca cantidad, procurada que sea de buena calidad.
• Si os sobra perejil, no lo tiréis: congeladlo. Yo lo congelo directamente en manojitos, sin picarlo, envuelto en papel film. cuando quiero usarlo lo sacó dos minutos antes y lo troceo. Pero si vosotros preferís congelarlo ya picado, ningún problema. 

Animaos con esta receta: es ideal para un aperitivo, para un entrante o, simplemente, para daros el capricho cuando os apetezca. Además las navajas son uno de los mariscos más sencillos y menos "farragosos" de comer así que son ideales para prepararlas en cualquier ocasión. Si las hacéis, mandadme una foto para que pueda ver lo buenas que os quedan, me hace mucha ilusión que os animéis con las  recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!