Ergolavi (galletas chipriotas de almendra). Reto Reposteras por Europa

Como todos los días 15, aquí llego puntual a mí cita con el Reto Reposteras por Europa que, como ya sabéis, organiza Isabel, del blog Gotas de Azúcar y Vainilla. Este mes nuestro destino es Chipre: no olvidéis meter unos bikinis en la maleta porque por allí el clima es un poco más amable hace calorcito...

La verdad es que no conocía mucho la gastronomía chipriota, aunque tras investigar un poco he descubierto que tiene muchas cosas en común con las cocinas de Grecia y Turquía, debido a la cercanía que tienen. Comparten muchos ingredientes, muchas elaboraciones e incluso recetas. Yo hoy os traigo unas galletas de almendra que en cuanto las vi me enamoraron. Poquísimos ingredientes, con un sabor bestial a almendra y con una textura súper rica, muy similar a los macaron franceses. ¡Una auténtica delicia! Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• Dos claras de huevo
• 260 gramos de almendra molida
• 160 gramos de azúcar
• 50 gramos de almendra laminada 

Ponemos en un bol amplio las claras de huevo y comenzamos a batirlas con ayuda de unas varillas eléctricas. Cuando empiecen a montar vamos añadiendo el azúcar poco a poco, mientras seguimos batiendo, hasta que nos queden bien firmes, a punto de nieve. 

Añadimos la almendra molida poco a poco, en dos o tres veces, y mezclamos suavemente con ayuda de una espátula. Cuando esté completamente integrada, ponemos montoncitos de masa sobre la bandeja del horno (cubierta con papel sulfurizado). Echamos un poco de almendra laminada sobre cada cucharada de masa y metemos en el horno (precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo) durante 12-15 minutos, hasta que adquieran un bonito color dorado. Retiramos del horno y colocamos sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo. ¡Listo! ¡No pueden estar más ricas nuestras galletas!

Algunos consejos: 

• Si queréis, si tenéis unas picadores o procesadora de alimentos potente podéis moler vosotros en casa las almendras directamente. 
• Para que se conserven bien, lo mejor es guardarlas en una lata metálica o recipiente bien cerrado. 
• Otra opción es, en lugar de decorar las galletas con almendra laminada, poner solamente en el centro una almendra entera. 

Estas pastas quedan buenísimas, con una textura muy especial que hace imposible comer sólo una. Si las hacéis, mandadme una foto para que pueda ver lo buenas que os quedan. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!