Jamoncitos de pollo asados con salsa bastarda
Ya sabéis que una de las carnes que más comemos en casa es el pollo. Económico, saludable, fácil de cocinar... ¡una maravilla! Además es súper versátil: creo que podríamos comer durante un año pollo sin repetir dos días la misma receta. De verdad, a veces me siento un poco como Bubba (¿os acordáis del amigo de Forrest Gump obsesionado con las gambas?) enumerando recetas de pollo.
Así que, como os imaginaréis, hoy la cosa va de pollo: vamos a preparar unos jamoncitos asados con patatas con el toque especial de Salsa Bastarda. ¿La conocéis? Se trata de una salsa picante, preparada con la antigua receta de los marineros del cantábrico a base de ingredientes naturales. Picante, potente y a la vez deliciosa, se puede encontrar en dos versiones: salsa verde (a base de pimientos verdes) y salsa roja (con pimientos rojos).
A mí que el picante me pierde, estas salsas bastarda no pueden gustarme más y, si a vosotros también os gusta, ¡estáis de suerte! En colaboración con Salsa Bastarda he organizado un sorteo en mi Facebook (toda la info la encontráis aquí) y el ganador podrá llevarse un pack de dos salsas bastarda como el de la foto. ¡Mucha suerte a tod@s! Y ahora no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- 5-6 muslitos de pollo
- 6 patatitas pequeñas
- Una cebolla
- Dos dientes de ajo
- Tres cucharadas de salsa bastarda verde
- Sal
- Pimienta
- Pimentón (picante, dulce o mezcla)
- Aceite de oliva
Lavamos las patatas y sin pelarlas, las cortamos en gajos. Los ponemos en un cuenco y añadimos la cebolla en láminas y los ajos picaditos. Echamos sal, pimienta y pimentón al gusto y cuatro cucharadas de aceite. Mezclamos bien para que las verduras queden bien impregnadas y las ponemos en una fuente apta para horno.
Echamos una pizca de sal sobre los jamoncitos de pollo y los embadurnamos bien de salsa bastarda con ayuda de una brocha. Los colocamos en la fuente sobre las verduras y metemos en el horno (precalentado a 190 grados con calor arriba y abajo) durante más o menos 40 minutos, hasta que la carne esté dorada y las patatas tiernas. Sacamos del horno, pintamos con un poco más de salsa los jamoncitos y servimos bien caliente, si es con una cervecita helada mucho mejor. ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Las patatas tiernas no es necesario pelarlas: la piel es muy fina y lisa y tras el horneado queda perfecta, pero si vosotros preferís cocinarlas sin piel, no hay problema.
- En lugar de jamoncitos podemos usar muslos enteros, aunque en ese caso necesitaremos tenerlos un ratito más en el horno para que queden en su punto.
Ya veis que esta receta es sencillísima y el resultado es de rechupete: un pollo jugoso, con un toque picante que le va de lujo y con unas patatas de acompañamiento que no pueden estar más ricas. Si os animáis a hacerla, mandadme una foto para que pueda ver lo buena que os queda, me hace muchísima ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
Madre, que delicioso te ha quedado el pollo, se ve muy jugosito.
ResponderEliminarNo conozco estas salsas, pero con lo que me gusta el picante seguro que me encantan.
Voy a ver si participo en el sorteo, jejeje.
Besos.
Hola, pues no tenía ni idea de que exixtía esta salsa. Una cosa más aprendida hoy. Me encanta este plato, una receta para disfrutar. Un beso
ResponderEliminarMe encanta!��
ResponderEliminar