Galletas de chocolate blanco con mango, piña y papaya (con vídeoreceta). Reto Alfabeto Dulce

Otro mes más, aquí llego puntal a nuestra cita con el Reto Alfabeto Dulce que organiza Ana, del blog Cook the Cake. Esta vez nuestros ingredientes estrella son muy muy tropicales (yo creo que después del frío de estas semanas tenemos ya ganas de calorcito y playa y el subcosciente nos delata...): esta vez el reto consiste en hacer una receta con mango y piña.

Como veis, se trata dos ingredientes muy comunes, fáciles de encontrar y, también muy importante: muy fáciles de combinar. Para variar, desde el principio tuve claro que iba a preparar unas galletas (normalmente tardo muchísimo en decidir qué cocinar...) y no puedo estar más contenta: unas galletas crujientes, con un sabor a mantequilla delicioso y con la combinación de chocolate blanco, mango, papaya y piña. Creedme: una auténtica delicia. Para que os resulte aún más sencillo prepararlas (porque sí o sí tenéis que hacerlas, me lo vais a agradecer...) os he grabado un vídeo con la elaboración, que aunque es súper sencilla, hay veces que una imagen vale más que mil palabras. Así que venga, ¡todos corriendo a mi canal de YouTube a verlo! Y no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 250 gramos de harina
• 100 gramos de azúcar
• 150 gramos de mantequilla en pomada
• 2 yemas de huevo
• 50 gramos de chocolate blanco picado
• 50 gramos de mix de frutas deshidratadas (yo he usado mango, piña y papaya)
• Una pizca de sal

Ponemos en un bol la mantequilla en pomada (blandita, a temperatura ambiente) y el azúcar y trabajamos bien la mezcla con ya espátula hasta que esté cremosa. Añadimos una de las yemas de huevo (la otra la reservamos) y volvemos a mezclar con ayuda de la espátula.

A continuación, añadimos la harina y la sal y amasamos, primero con la espátula y después directamente con las manos. Cuando la masa ya no se pegue a las manos, echamos los trocitos de chocolate blanco y las frutas deshidratadas y lo integramos todo bien en la masa.

Formamos un rulo con la masa, lo envolvemos con papel film y metemos en la nevera un par de horas mínimo, para que la masa se endurezca un poco. Después de reposar en el grifo, la sacamos y la pintamos el rulo con la otra yema de huevo y la rebozamos bien con un poco más de azúcar.

Cortamos láminas de masa de un centímetro de grosor y las colocamos en una bandeja de horno cubierta de papel sulfurizado. Horneamos a 180 grados con calor arriba y abajo (horno precalentado) hasta que estén doraditas, aproximadamente 15-18 minutos.

Cuando las saquemos, las dejamos en la misma bandeja un par de minutos y después las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse. ¡A disfrutar de nuestras deliciosas galletas!

Algunos consejos:

• Este tipo de frutas deshidratadas se encuentran en cualquier supermercado o incluso en las tiendas de gominolas. Suelen venderlas directamente en bolsitas con varias frutas mezcladas; yo he usado frutas tropicales pero podéis usar las que más os gusten.
• Para que se conserven crujientes lo mejor es guardarlas en una lata hermética bien cerrada.
• Para estas galletas usad una buena mantequilla: el sabor que le aporta es delicioso (recuerdan mucho a las típicas galletas de mantequilla danesas). Vamos. una verdadera delicia...

Como podéis ver, son unas galletas muy muy facilitas de hacer y de verdad, quedan de escándalo. Avisados quedáis: es imposible comer sólo una. Si las hacéis, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace muchísima ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!