Navajas a la plancha con limón, ajo y perejil
Más de una vez os he dicho que el marisco es mi debilidad. Me encanta, me vuelve loca, es mi comida favorita del mundo mundial. Pena no tener una economía que acompañe a mi gusto culinario... aunque creo que parte del encanto del marisco es no poder permitirse comerlo a diario, ¿no os parece?
Uno de los mariscos que más me gustan son las navajas. Es de esos productos que, al natural está tan rico, que necesita poco más para lograr un platazo maravilloso, y eso os traigo hoy: un plato de lujo, delicioso y súper sencillo, ideal para el aperitivo de un día especial o, ¿por qué no?, para darse un capricho un día cualquiera. Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- Medio kilo de navajas
- Cuatro cucharadas de aceite de oliva
- El zumo de un limón
- Cuatro dientes de ajo
- Un manojo de perejil fresco
- Sal
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien las navajas para que suelten toda la arena. Para ello, las ponemos en un recipiente con agua fría con sal; es importante que las navajas estén en vertical (no tumbadas) así que yo suelo ponerlas en un vaso ancho. Las dejamos en ese agua dos o tres horas y, después, las sacamos, las escurrimos y las secamos con un paño o papel de cocina. Ya están listas para cocinarlas.
Ponemos en un cuenco el ajo picado finamente, el zumo, el perejil picado (reservamos un poquitín) y tres cucharadas de aceite. Mezclamos bien con una cuchara y reservamos.
Piemos un par de cucharadas en la plancha o en un sartén y, cuando esté caliente, añadimos las navajas. Es importante que no estén amontonadas ni superpuestas para que todas estén en contacto con el calor.
Repartimos la mezcla de ajos, limón y perejil sobre las navajas y cocinamos unos minutines hasta que las navajas se abran. Retiramos del fuego, espolvoreamos el resto de perejil picado y servimos. ¡Bueniiiiisimas!
Algunos consejos:
- Si os va el picante añadidle un poco de cayena picada o un trocito de guindilla, le va muy bien a este plato (incluso resaltará los sabores).
- Si sustituís el limón por lima le dará un toque súper especial a las navajas.
Ya veis que, teniendo un buen producto, preparamos un plato maravilloso en un pis pas. No sé vosotros, pero yo no necesito nada más... Bueno sí, un poco de pan para mojar en esa salsita que queda y una copa de un buen vino blanco. Si os animáis a hacer estas navajas, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
Mi padre las bordaba, él las preparaba con un poco de vino blanco también y eran una delicia. Un besazo.
ResponderEliminarHace mucho que no como navajas, con lo que nos gustan a mí y a mi marido. Asalto tu cocina, ya!!!un beso
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