Mejillones gratinados
Benditos mejillones. Para mí son los reyes del mar: súper sabrosos, muy agradecidos (simplemente al vapor ya son una delicia) y tienen un precio muy asequible, lo cual, para qué vamos a engañarnos, también es un gran punto a su favor. Porque si al precio de los mejillones estuvieran las almejas, las nécoras, las cigalas, los percebes... ¡Qué feliz sería!
Además de estar buenísimos, los mejillones tienen la virtud de ser súper versátiles. ¡Se pueden cocinar de tantas y tantas maneras! Simplemente al vapor son una auténtica delicia, y ya si los elaboramos un poco más, nos marcamos platos de auténtico lujo, como el que os raigo hoy. Se trata de unos mejillones gratinados que quedan espectaculares y no dan a pendas trabajo. Son ideales para cualquier aperitivo o como entrante y... ¿os he dicho ya que quedan súper buenos? Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- 12-15 mejillones
- Cuatro cucharadas de aceite de oliva
- Una cebolleta o media cebolla
- Una cucharada de harina
- Un vaso de leche
- Una hoja de laurel
- Sal
- Perejil picado
- Nuez moscada
Lo primero que vamos a hacer es abrir los mejillones al vapor. Para ello, los ponemos en una cazuela junto con la hoja de laurel y la ponemos al fuego tapada. Esperamos dos o tres minutos, hasta que los mejillones se abran y retiramos del fuego. Si hay alguno que no se abre, lo descartamos.
Vamos ahora a preparar la bechamel. Picamos finamente la cebolleta y la ponemos en una sartén con el aceite. Rehogamos unos minutos, hasta que la cebolleta esté transparente y añadimos la harina. Cocinamos sin parar de mover unos minutos, hasta que la harina coja un poquitín de color y echamos la leche, poco a poco, removiendo para que no se formen grumos. Cocinamos a fuego medio, removiendo, hasta que la bechamel tenga la textura que buscamos (ha de estar un poco espesa). Echamos una pizca de sal y de nuez moscada y retiramos del fuego.
Quitamos una de las vulvas del mejillón y vamos colocándolos en una fuente apta para horno. Echamos una cucharada de bechamel sobre cada uno de los mejillones y metemos en el horno (precalentado a 200 grados con el grill encendido) y gratinamos durante unos minutos, hasta que la bechamel esté dorada. Sacamos del horno y espolvoreamos con un poco de perejil picado. ¡Listo! ¡Bueniiiisimos nuestros mejillones gratinados!
Algunos consejos:
- La cantidad de mejillones indicada es para dos personas. En casa somos dos y cuando los cocinamos de esta manera ponemos 12-15 para el aperitivo y para mí es la cantidad adecuada (sacian más que unos mejillones al vapor o en salsa).
- Si queréis, podéis poner también un poco de pimiento verde italiano en la bechamel. Picadlo finamente y añadidlo a la sartén junto con la cebolla.
Estos mejillones son riquísimos y os aseguro que os van a hacer la ola cuando los prueben. Si los hacéis, mandadme una foto para que pueda ver lo buenos que os quedan, me hace mucha ilusión que os animéis con las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir e blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
ué delicia nos has preparado, encanada de sentarme hoy a tu mesa. Un beso
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