Bublanina (pastel eslovaco de frutos rojos). Reto Reposteras por Europa

Hoy estamos a día 15 y ya sabéis bien qué significa eso: tenemos nuestra cita mensual con el reto Reposteras por Europa que organiza Isabel, del blog Gotas de Azúcar y Vainilla. Esta vez nuestro destino es Eslovaquia (o República Eslovaca), un país situado en el centro de Europa.

No sé vosotros, pero yo desconocía la gastronomía eslovaca, así que enseguida me lance a investigar con ayuda de mi amigo San Google. Y fue amor a primera vista: en cuanto descubrí el pastel que os traigo hoy tuve claro que tenía que hacerlo. Se trata de un pastel que se llama bublanina o Bubble Cake y traducido vendría ser algo así como pastel esponjoso. Y el nombre le viene como anillo al dedo, porque el resultado es un pastel que no puede estar más rico: lleva frutos rojos que le dan una frescura muy especial (aunque la fruta puede variar según la temporada), y la textura es tremendamente esponjosa. En casa nos ha encantado, y sé que voy a repetirlo más de una vez. No me enrollo más: os digo los ingredientes* y nos ponemos a cocinar.

• 3 huevos
• 125 gramos de azúcar
• 115 gramos de mantequilla
• Dos cucharadas de leche
• 125 gramos de harina
• La ralladura de un limón
• Una pizca de sal
• 100-150 gramos de fruta rojos variados (yo he usado fresas, cerezas, arándanos y frambuesas)
• Un puñadito de almendra laminada

*Para un molde de 20-22 centímetros de diámetro

Comenzamos separando las claras de las yemas. Con ayuda de unas varillas eléctricas montamos las claras hasta que estén a punto de nieve. Por el momento las reservamos. En otro bol ponemos la mantequilla en pomada (es decir blandita pero no derretida) junto con el azúcar y batimos, con unas varillas eléctricas o con unas varillas de mano, hasta tener una mezcla bien cremosa.

Añadimos las yemas de huevo una a una, y cuando estén integradas añadimos las dos cucharadas de leche y la ralladura de limón. Volvemos a mezclar y añadimos, en dos o tres veces, las claras a punto de nieve. Las vamos integrando poco a poco, suavemente y con movimientos envolventes para que no se bajen.

Después añadimos también suavemente la harina tamizada con la sal, y de nuevo, volvemos a mezclar con movimientos envolventes hasta que se integre por completo. Repartimos los frutos rojos en la masa (las cerezas y las fresas a trocitos) y la vertemos sobre un molde previamente engrasado.  Alisamos la masa y espolvoreamos con un poco de almendra laminada.

Metemos en el horno (precalentado a 170° con calor arriba y abajo) y horneamos aproximadamente durante 25 minutos, hasta que la masa esté cuajada y la parte superior de nuestro pastel esté un poco dorada. Dejamos enfriar sobre una rejilla un ratito antes de desmoldar y ya podemos disfrutar de nuestro deliciosa bublanina. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Podéis usar frutos rojos congelados (en mi caso, las frambuesas y os arándanos eran congelados). Yo he usado las frutas que os enumero en los ingredientes, pero podéis usar las que queráis.
• En mi canal de YouTube tenéis un vídeo en el que os explico cómo deshuesar cerezas fácilmente, podéis verlo pinchando aquí.
• No me he despistado: este pastel no lleva levadura en la masa. No os preocupéis: os aseguro que gracias a las claras montadas queda súper esponjoso y blandito.

Esta bublanina es una auténtica delicia: el pastel queda con una textura espectacular y los frutos rojos le dan un puntazo de sabor súper bueno. Si la hacéis, mandadme una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta lapróxima receta!