Rosquillas de nata. El Asaltablogs

Aquí llego con mi segundo asalto de este mes de El Asaltablogs, reto que organiza mi gran amiga Marga, del blog Azafranes Y Canelas. Como os contaba el otro día, este mes es el último de la temporada antes del paró estival y nos toca asaltar a los blogs que han logrado más puntos. Hace un par de días os mostraba mi delicioso robo a Belén, de El toque de Belén, y hoy me toca la otra ganadora, también asturiana: Encarnita, del blog El Paraíso de los Golosos.

Hay muchas cosas que puedo decir de Encarnita y todas buenas. Forma parte del grupo maravilloso de gente que he conocido gracias al blog y que ahora son una parte importantísima de mi día a día (¡Arre unicornio!). Es una mujer maravillosa, incombustible, detallista, constante y, además, una gran cocinera. Disfruta pasando tiempo con sus nietos (es una abuela increíble), todos los veranos acoge a una niña saharahui a la que adora, es una amante de la fotografía y no para ni medio minuto quieta. Doy gracias al destino por haber cruzado nuestros caminos.

Encarnita tiene un blog muy dulce aunque también encontraréis “despistes” salados (de hecho no falla ni un solo mes a mi Reto Alfabeto Salado). Yo he querido hacerle un homenaje con mi robo así que he optado por una receta dulce y asturiana. Además, cuenta que es una receta que le recuerda a su abuela, así que creo que no he podido escoger mejor receta, ahora que es ella la que cocina a sus nietos. Se trata de unas rosquillas de nata que están deliciosas y que además son muy sencillas y rápidas de hacer, ¡os van a encantar! Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 200 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
• Dos huevos
• 100 gramos de azúcar (y un poco más para rebozar las rosquillas)
• La ralladura de un limón
• 500 gramos de harina
• Un sobre de levadura en polvo
• Una pizca de sal
• Aceite para freír las rosquillas (de oliva suave o de girasol)

Ponemos en un bol amplio los huevos junto con la nata, el azúcar, la ralladura de limón y la sal y mezclamos bien con unas varillas de mano. Añadimos la harina con la levadura y mezclamos, primero con un tenedor y después directamente con las manos. Nos preocupéis: es una masa muy manejable y no es necesario amasarla , simplemente hay que mezclar los ingredientes hasta tener una masa que no se nos pegan las manos.

Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén y cuando esté caliente vamos friendo nuestra rosquillas. Para formarlas, simplemente hay que coger bolas de masa del tamaño de una nuez, darles forma alargada y después unir los extremos. Vamos, lo que viene siendo darles forma de rosquilla, no tiene ningún misterio.

Vamos friendo nuestras rosquillas en tandas, con el fuego no excesivamente fuerte, hasta que estén doradas por ambos lados. La retiramos a una fuente con papel de cocina para evitar un exceso de grasa y antes de que se enfríen por completo las pasamos por un poco de azúcar. ¡A disfrutar de nuestras deliciosas rosquillas de nata!

Algunos consejos:

• Con estas cantidades salen muchas rosquillas (el doble de las que veis en las fotos). En una lata hermética se conservan bien, pero si no queréis hacer tantas dividid los ingredientes por la mitad.
• Podéis añadir un poco de esencia de vainilla o de limón o unas gotas de anís a la masa, aunque así tal cual quedan deliciosas.

Estas rosquillas quedan deliciosas: blanditas y tiernas por dentro y un toque un poco más crujiente por fuera. Vamos, que es imposible comer solo una... Si os animáis a hacerlas, mandadme una foto para que pueda ver lo buenas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!