Lenguado al horno con verduras panadera
Sabéis que le pescado me flipa. Más de una vez os lo he dicho: si tengo que comer el resto de mis días siempre lo mismo, me quedaría con el pescado y el marisco. Sí, sé que no concreto demasiado, pero es que me encanta todo lo que provenga del mar. Voy a la pescadería y todo me hace ojitos, no lo puedo evitar...
Así que cuando desde Opercebeiro me mandaron un lotazo de mariscos y pescados gallegos me sentí más feliz que un peque el día de reyes. Os enseñé por mis stories de Instagram qúe maravillas me enviaron, directas desde su lonja en Pontevedra, y poco a poco os voy compartiendo las recetas que preparé. Hoy me toca enseñaros qué platazo preparé con el peazo lenguado que me mandaron: casi kilo y medio de un pescado fresquísimo y delicioso. No me lo pensé mucho: el lenguado me encanta al horno y así lo hice, con una cama de verduritas. Cuando el producto es bueno, poca elaboración necesita para quedar de lujo. Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- Un lenguado hermoso (1 kilo aproximadamente) eviscerado y perfectamente desescamado
- Una cebolla grande
- 6 patatatitas pequeñas (o 2 grandes)
- Medio calabacín
- Una copa de vino blanco (150 ml aproximadamente, yo he usado txakolí)
- Sal
- Pimienta
- Una ramita de romero
- Aceite de oliva
Pelamos la cebolla y la cortamos en láminas finitas. Las patatas las laminamos también: en este caso como he usado patatas nuevas y además pequeñas no las he pelado, pero si usáis patatas grandes mejor peladlas. Repartimos la cebolla y las patatas sobre la bandeja de horno que vayamos a usar. echamos un poco de aceite, la mitad del vino y la ramita de romero y metemos en el horno (precaletado a 200 grados con calor arriba y abajo) durante aproximadamente media hora, hasta que las verduras estén blanditas.
Sacamos la bandeja del horno y repartimos el calabacín en rodajas finitas y, sobre este, el lenguado salpimentado (con la piel negra hacia arriba). Echamos un poquito más de aceite sobre el pescado y el resto de vino y volvemos a meter la bandeja al horno, esta vez 12 minutos más o menos (dependerá un poco del tamaño del pescado, mi lenguado era hermoso y lo he tenido ese tiempo).
Sacamos del horno y servimos inmediatamente. Un vino blanco fresquito es el acompañamiento perfecto para este platazo. ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Yo siempre he cocinado el lenguado con piel: si está bien desescamado se puede comer sin problema y protege al pescado durante la cocción, ayudando a que quede más jugoso. Además es la parte más gelatinosa del pescado y a mi personalmente me encanta.
- El calabacín tarda menos en hacerse que la patat y la cebolla y además me gusta un poco al dente, así que por eso he optado por ponerlo a la vez que el pescado.
- Yo he usado txakolí, pero podéis usar cualquier vino blanco que os guste. ¡A vuestra elección!
El lenguado así queda delicioso: si no os pasáis con el horno, os aseguro que queda muy jugoso y con un sabor espectacular. Si os animáis a prepararlo, mandadme una foto para que pueda ver lo rico que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
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