Cuajada de leche de oveja (con vídeoreceta). Viaje entre Sabores

Estamos a día 10 de mes y eso significa que tenemos nuestra cita mensual con el reto Viaje entre Sabores que organiza María Ángeles del blog Recetas ABC. Esta vez, ya que es la última cita de la temporada, ha sido ella misma quien ha escogido dónde viajar, y no hace falta que esta vez hagamos maletas. ¡Nos quedamos en España!

Y es que, aunque María es venezolana, ha querido rendir un homenaje a su país de adopción y en el que durante los últimos 10 años ha vivido felizmente. He optado por hacer una receta de mi tierra, Euskadi: cuajada de oveja o mamia (su nombre en euskera). Es una receta tradicional muy muy sencilla y que queda espectacular de buena.. Y, como siempre, he grabado la elaboración en vídeo para el canal de YouTube, ¡todos corriendo a verlo! Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 1 litro de leche fresca (o pasteurizada) de oveja
• 25 gotas de cuajo
• Miel
• Frutos secos

Antes de comenzar a cocinar, me parece importante aclarar qué tipo de leche que necesitamos para hacer esta receta. En los mercados encontramos dos tipos de leche animal: por un lado está la leche fresca o pasteurizada, y por otro lado la leche uperisada o UHT. La leche fresca pasteurizada es la que venden refrigerada y ha de consumirse en pocos días; la leche uperisada o UHT es la leche que comúnmente se vende en briks y que dura sin necesidad de estar refrigerada durante varios meses sin problema. La leche que necesitamos para hacer esta receta es leche fresca o pasteurizada,  con leche de brick el cuajo no funcionará.

Aclarado el tema de la leche, nos ponemos a cocinar. Ponemos cuatro o cinco gotas de cuajo en cada uno de los recipientes donde vamos a hacer las cuajadas. A continuación, ponemos la leche en una cazuela y la ponemos a calentar. La leche fresca se agarra con facilidad, así que es conveniente que le demos vueltas con una cuchara o con una espátula para evitarlo mientras se calienta. Tenemos que poner la leche a 50°: si tenemos un termómetro de cocina es muy fácil, y si no disponemos del podemos hacerlo a ojímetro fácilmente: la leche estará 50° cuando comience a humear y al meter el dedo la notemos caliente pero aguantemos unos segundos sin quemarnos. En ese punto, retiramos la leche del fuego.

Repartimos la leche en los recipientes que hemos preparado al principio con las gotas de cuajo. Los dejamos así tal cual, sin tocarlos, durante media hora aproximadamente, hasta que pierdan calor. Pasado ese tiempo, ya podemos llevarlas a la nevera para que la hora de comer, este bien fresquitas. ¡Que aproveche!

Algunos consejos: 

• Lo ideal es acompañar estas bajadas con un poco de miel y unas nueces, o cualquier otro fruto seco que os guste. También está muy rica con un poco de mermelada.
• Es importante guardar las cuajadas en la nevera y consumirlas en dos o tres días como máximo. Nos preocupéis, os aseguro que están tan buenas que lo más probable es que vuelen el primer día.
• Yo siempre hago cuajadas individuales, pero si queréis hacer una cuajada grande, en un sólo molde, tendréis que poner en el mismo 20 gotas de cuajo.
• El cuajo se encuentra sin problemas en farmacias y en los supermercados (en la zona de refrigerados). Viene en botecitos pequeños con un gotero añadido.

Esta receta es sencillísima de hacer y os aseguro que está cuajada es un postre tradicional que queda delicioso. Si os animáis a prepararlo, mandadme una foto para que pueda ver lo rico que nos queda, me hace mucha ilusión que hagáis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!