Pierna de cordero al horno con patatas (con vídeoreceta). Reto Alfabeto Salado

Hoy es día 1 y ya sabéis que eso significa que hoy tenemos nuestra cita mensual con el Reto Alfabeto Salado, reto que tengo el placer de organizar. Esta vez nuestros ingredientes estrella, escogidos por Libia (del blog Tartis y Más) y María José (del blog Aquí se cuece jugando), son cordero y cúrcuma, dos elementos que me encantan y que, a priori, son fácilmente combinables. ¡Gracias chicas por escoger tan bien!

En mi familia el cordero se come a menudo, prácticamente en todas las celebraciones. Mi abuelo Pepe, que ya sabéis que es el culpable de mi pasión por los fogones, tenía una mano increíble para hacerlo asado y le quedaba delicioso. Ahora que ya no está, es mi tío Josemi quien ha cogido el relevo y, sinceramente, se nota que ha tenido un buen maestro porque también lo borda.

Y yo, esta vez, he querido hacer un pequeño homenaje a mi abuelo y he optado por cocinar para este reto cordero asado (en este caso una pierna) tal y como él lo hacía, acompañado de unas patatas especiadas. ¡Un platazo de lujo! Os confesaré que jugué el comodín de la llamada y pedí consejo a mi tío para asegurarme de hacer un cordero al horno perfecto. ¡Gracias abuelo por todo lo que me enseñaste y gracias tío por estar siempre disponible! No sé si alguna vez me quedará un asado tan bueno como a vosotros, pero creo que voy por buen camino. Y como viene siendo habitual últimamente, he grabado la elaboración paso a paso para el canal de YouTube, ¡todos corriendo a ver el vídeo! Así que no me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar. ¡Te quiero abuelo!

• Una pierna de cordero lechal (600-700 gramos)
• Un vasito de vino
• 400-500 gramos de patatitas
• Media cabeza de ajos (7-8 dientes)
• Una cucharadita de cúrcuma molida
• Una cucharadita de orégano
• Media cucharadita de ajo en polvo
• Un chorretón de vinagre
• Sal
• Pimienta
• Aceite de oliva

Lo primero que vamos a hacer es poner el cordero en un recipiente cubierto de agua y añadir un chorretón de vinagre. Lo dejaremos en remojo al menos una hora, dependiendo del tiempo del que dispongamos. Mi abuelo lo dejaba en agua desde la noche anterior, pero si no tenéis tanto tiempo no pasa nada, podéis tenerlo menos tiempo.

Después del remojo, sacamos el cordero del agua y lo secamos bien con papel de cocina. Salpimentamos la carne y la cocinamos en una fuente apta para horno. Añadimos agua hasta cubrir el fondo de la bandeja (unos 150 mililitros más o menos; dependerá de la amplitud de la fuente que usemos) y repartimos alrededor de la pierna los dientes de ajo enteros, con piel y todo. Metemos en el horno (precalentado a 190 grados con calor arriba y abajo) y horneamos durante 45 minutos.

Antes de que pasen esos 45 minutos, vamos a sazonar las patatas: las lavamos bien (como son pequeñitas vamos a usarlas con piel) y las ponemos en un bol. Añadimos una cucharada de aceite de oliva y las especias: sal y pimienta al gusto, el ajo en polvo, la cúrcuma y el orégano. Mezclamos bien para que las patatas queden bien impregnadas en este adobo.

Sacamos el cordero del horno con cuidado y le damos la vuelta a la pierna. Echamos el vino por encima y después repartimos las patatatitas sazonadas alrededor. Volvemos a meter la bandeja al horno y horneamos 15 minutos más a 190º. Pasado ese tiempo (llevamos en total una hora de horno) bajamos la temperatura a 160º y horneamos 30 minutos más. Ya podemos apagar el horno: el cordero estará perfecto: jugoso y tierno; y las patatas en su punto. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• A la hora de sazonar las patatas, podéis quitar o poner especias en función de vuestro gusto. Le irían muy bien pimentón dulce o picante, comino, hierbas provenzales, romero... ¡lo que queráis!
• Uno de los consejos que me dio mi tío cuando le pregunté sus trucos es que podía sustituir el vino blanco por coñac, así que si tenéis por casa no dudéis en ponerle.
• El proceso del remojo hace que la carne de cordero quede más tierna. Como os digo, mi abuelo lo dejaba de víspera, pero si no podéis dejarlo tanto tiempo no pasa nada: con tenerlo una horita es suficiente.

Os prometo que el cordero así cocinado queda perfecto, en su punto ideal. Jugoso, tierno y con un sabor de 10. Y la combinación con las patatas es ideal: nos marcamos un platazo completo de auténtico lujo. Si os animáis hacer este plato, mandadme una foto para que pueda ver lo rico que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!