Trenza de hojaldre con morcilla y pimientos del piquillo
Mas de una vez os he dicho que el hojaldre refrigerado nunca falta en mi nevera: es un básico que te salva una receta en nada de tiempo. En dulce o en salado queda fenomenal, es súper versátil y a todo el mundo le gusta así que yo siempre tengo una lámina o dos en la nevera. Ya sabéis que otro básico en mi casa son las conservas. Legumbres, verduras... si son de calidad, la elaboración es como la que harías tú en casa, sin ingredientes extraños y, además, son muy saludables.
Una de las conservas que más nos gusta son los piquillos de Conservas Artesanas Rosara: tienen la Denominación de Origen que los certifica como pimientos de Lodosa y además están asados en horno de leña, lo que les da un sabor espectacular. Y hoy vamos a hacer una receta combinando esos dos básicos de los que os hablo: vamos a preparar una deliciosa trenza de hojaldre rellena de morcilla y piquillos que queda espectacular de buena. ¡Para chuparse los dedos! ¡Y más fácil imposible! Además, como siempre, os he grabado la elaboración en vídeo para que veáis lo fácil que es de hacer. No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- Una lámina de hojaldre cuadrada o rectangular
- Una morcilla
- 6 pimientos del piquillo (los míos son de Conservas Artesanas Rosara)
- Una cebolla
- Un puñado de nueces picaditas
- Un huevo
- Comino en polvo
- Una cucharada de semillas de sésamo negro (opcional)
- Sal
- Aceite de oliva
Vamos a comenzar quitando la piel a la morcilla. Para ello, cortamos los extremos y hacemos un corte a lo largo no muy profundo y después, con las manos, arrancamos la piel. A continuación, vamos a cortar la morcilla en trocitos no excesivamente pequeños. Ahora, ponemos una sartén al fuego y añadimos dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente echamos la cebolla picadita y un poco de sal al gusto y cocinamos a fuego medio durante cuatro o cinco minutos.
Cuando la cebolla esté rehogada, añadimos la morcilla troceada, los pimientos del piquillo también cortados en trozos no muy pequeños y una pizca de comino, y rehogamos dos minutos más todo junto, aplastando un poco la morcilla para que nos quede un relleno bien integrado. Incorporamos ahora las nueces picaditas y la salsa de tomate y cocinamos otros dos minutos más. Pasados esos dos minutos, apagamos el fuego y dejamos que el relleno se temple durante un rato.
Vamos ahora con la trenza. Desplegamos el hojaldre y con ayuda de un cuchillo o de un cortapizzas vamos a hacer una rayas muy suaves, dividiendo la masa en tres trozos iguales, pero sin llegar a cortar el hojaldre, lo justo para marcar un poco y delimitar el centro del hojaldre. Éstas marcas no servirán de guía para formar nuestra trenza. A continuación, vamos a cortar los dos trozos de los extremos haciendo cortes inclinados de aproximadamente 1 cm o 1 cm y medio de grosor.
Repartimos el relleno ya frío en el centro del hojaldre, dejando en los extremos 1 cm libre para poder sellar luego bien nuestra trenza. Batimos el huevo y con ayuda de una brocha de cocina vamos a pincelar los extremos que hemos dejado libres. Después, llega el momento de cerrar el hojaldre: vamos plegando las tiras de hojaldre alternando primero un lado y luego otro, superponiéndolas y formando así el enrejado típico de la trenza. Éste es el claro ejemplo de que a veces una imagen vale más que mil palabras: este proceso de cortar el hojaldre y formar la trenza queda muy claro en el vídeo.
Con la trenza ya formada, vamos a pincelar con el huevo batido toda la superficie del hojaldre. Por último, espolvoreamos por encima una semillas de sésamo negro. Solo nos queda meter nuestra trenza en el horno que tendremos precalentado a 200° con calor arriba y abajo, durante aproximadamente 18 o 20 minutos, hasta que nuestra trenza esté bien dorada. ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Yo he usado hojaldre refrigerado pero podéis usar hojaldre congelado sin ningún problema, aunque en ese caso deberéis sacarlo con antelación del congelador. El fabricante suele indicar en el paquete el tiempo que ha de estar a temperatura ambiente antes de manipularlo.
- Las nueces combinan especialmente bien con la morcilla y los pimientos del piquillo, pero podéis sustituirlas por algún otro fruto seco picadito que os guste.
- Si no tenéis semillas de sésamo, podéis sustituirlas por semillas de lino, semillas de amapola, o incluso pipas de girasol o de calabaza.
El resultado es una trenza con un hojaldre muy crujiente, y la combinación de la morcilla con los pimientos del piquillo es espectacular. Esta trenza es ideal además para cualquier ocasión, y está deliciosa caliente, templada o incluso fría. Si os animáis a hacerla, mándame una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
hola, seve espectacualr, me imagino el corte y lo ric qie estará, un beso
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