Espárragos blancos cocidos en casa. Reto CocinArte
Hoy es día 9 y aquí llego con mi receta para el reto Cocinarte que organiza mi querida María, del blog In my Little Kitchen. Publico con un poco de retraso porque, a pesar de haber hecho la receta el finde pasado, he estado un poco loca esta semana y me ha pillado el toro. ¡Pero ya estoy aquí! La obra propuesta este mes en el reto de María es el cuadro El retrato de Madame X (1884, John Singer Sargent).
Este lienzo retrata a Virginie Amèlie Avegno, una expatriada americana en París. El cuadro fue un auténtico escándalo cuando se expuso, ya que mostraba a Madame Avegno con un escotado vestido negro (escotado para los cánones de la época, claro) que realzaba la curvilínea figura de la mujer y resaltaba su tono claro de piel (hay quien dice que consumía pequeñas dosis de arsénico para conseguir esa palidez azulada que la caracterizaba, aunque realmente sólo se aplicaba polvos de arroz en el rostro y colorete lavanda). En la primera versión del cuadro, uno de los tirantes del vestido se ve caído sobre el hombro, pero, debido al escándalo, Singer tuvo que modificar el lienzo para colocar el tirante en su sitio.
Yo, para mi receta, me he inspirado en los colores del cuadro (el blanco de la piel y el negro del vestido) y en la figura estilizada de Madame X. He hecho una receta básica y sencilla pero deliciosa: unos espárragos blancos frescos cocidos en casa, y los he servido (sobre un plato negro) con una sencilla vinagreta de cebolla morada y piparras. Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
- Espárragos blancos (yo he cocinado una docena)
- Una cucharada de sal
- Una cucharadita de azúcar
- Para la vinagreta: un poco de cebolla, unas piparras o guindillas en vinagre y un poco de aceite de oliva
Lo primero que vamos a hacer una receta de hoy es lavar bien los espárragos debajo del grifo y secarlos. Después, vamos a pelarlos. Para ello, necesitaremos un pelapatatas o un pelador, para esta tarea un cuchillo no es muy recomendable. Apoyamos los espárragos limpios sobre la tabla y vamos a pelarlos desde la parte superior de la yema hacia el tallo, dejando sin tocar la parte de la yema. A medida que vamos pelando el espárrago, vamos girándolo para que toda la superficie del espárrago quede bien limpia.
Es recomendable que de la parte de la mitad hacia abajo demos una segunda pasada con el pelador, para asegurarnos de retirar bien todas las libras y que, una vez cocidos, los espárragos queden bien suaves. Repetimos este proceso hasta terminar con todos los espárragos.
Una vez tengamos pelados los espárragos, vamos a cortar la parte final del tallo, que es más dura y fibrosa. Cortaremos unos 3 centímetros, intentando dejar todos los espárragos del mismo tamaño. Ya tenemos los espárragos listos para cocer.
Ponemos una cazuela al fuego y añadimos agua, la cantidad suficiente para cubrir los espárragos tumbados (para que os hagáis una idea, yo he necesitado 1 litro). Cuando el agua hierva, añadimos la sal y el azúcar y echamos los espárragos. Cuando el agua rompa hervir de nuevo, bajamos un poquitín el fuego: tienen que cocer ligeramente, sin borbotones muy fuertes.
Los coceremos entre 10 y 15 minutos, en función del grosor que tengan los espárragos. Para que os hagáis una idea, mis espárragos más finos han necesitado 11 minutos y los más gruesos 13. Para comprobar que están listos, los pinchamos en el centro con un cuchillo o puntilla: si entra sin resistencia, es que están listos. A medida que están en su punto, los vamos sacando a una fuente.
Los espárragos se pueden comer tibios, a temperatura ambiente o fresquitos de la nevera, como más os guste. A la hora de servirlos, podemos acompañarlos como he hecho yo con una sencilla vinagreta con guindillas en vinagre, cebolla y aceite de oliva, pero también están deliciosos solamente con un chorretón de un buen aceite de oliva, o con alguna salsa como mayonesa o salsa rosa. ¡Están ricos de todas las maneras! ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Sé que hay mucha gente que cuece los espárragos de pie, uniéndolos con un hilo de cocina o una cuerda, pero en mi casa de toda la vida se han cocido tumbados y a mí es para más me gusta hacerlo. Tal y como os enseño en el vídeo, en los manojos de espárragos podemos encontrar espárragos de diferente calibre o grosor, y necesitarán diferente tiempo de cocción. Cociéndolos tumbados, podemos ir sacándolos de uno en uno, a medida que estén listos.
- No tiréis las peladuras y los tallos de los espárragos, son ideales para hacer un caldo de verduras.
- Pelar bien los espárragos es un punto clave para que queden tiernos y sin fibras. Y también es importante que los espárragos sean lo más frescos posible.
- Para conservar los espárragos una vez cocidos, basta con ponerlos en un tapero en un recipiente bien cerrado en la nevera.
Los espárragos cocidos en casa son una auténtica delicia, Y además son muy sanos y ligeros. Si os animáis a prepararlos, mandadme una foto para que pueda ver los ricos que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
He hecho varias veces la cocción de los espárragos en casa y te digo que merece la pena, el sabor es espectacular, la textura y todo, nada que ver con los de bote.
ResponderEliminarLa pena es que solo los podemos disfrutar en temporada, pero así los deseamos mas.
Me apunto tu vinagreta para la próxima.
Besos
Nieves
Hay que buscar espárrago natural, aquí es difícil de conseguir en los mercados de barrio.
ResponderEliminarEstupenda tu propuesta, me encantan los espárragos y no necesitan mucho más que una sencilla vinagreta.
Bss