Cómo cocer (y comer) percebes

Ya sabéis que a mi el pescado y el marisco me vuelven loca. Os lo he dicho un millón y medio de veces, pero son mi debilidad y podría comer "frutti di mare" día y noche sin cansarme. De hecho, creo que si os dais un paseo por el blog lo comprobaréis fácilmente: pescados de todo tipo, navajas, almejas, cangrejos, berberechos, langostinos, cigalas... ¡tengo un montonazo de recetas! ¡¡Y las que están por llegar!!

Y hoy vamos a cocinar uno de los mariscos más apreciados y valorados: los percebes. A mi me vuelven loca, son puro sabor a mar y recién cocidos son una auténtica delicia. Y si te llegan a casa directos de las costas gallegas como los que he cocinado yo ni te cuento, ¡para caerte de culo directamente! Hoy voy a enseñaros cómo cocerlos y cómo abrirlos para comerlos: es muy sencillo pero sé que muchos quizá no estáis habituados a cocinarlos en casa. 

Aprovecho a deciros que mis percebes son de OPercebeiro, una empresa gallega que te envía marisco y pescado fresco directo a casa y ¡tengo un sorteo maravilloso con ellos! Podéis ganar un lotazo de productos como el de la foto de aquí abajo (consta de una merluza de 2-3 kilos, medio kilo de percebes, medio kilo de navajas, un kilo de calamares limpios y una botella de vino albariño Torre da Moreira): os dejo aquí el enlace para que participéis, tenéis hasta el viernes día 31 de julio. ¡Mucha suerte si os animáis a participar! Como siempre, os he grabado en vídeo la elaboración paso a paso (y el procedimiento para comerlos) para el canal de Youtube, ¡corred a verlo! No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• Percebes (la cantidad que tengáis)
• Sal (70 gramos por cada litro de agua)
• Agua 
• Una hoja de laurel (opcional)

Lo primero que vamos hacer en la receta de hoy es poner una cazuela al fuego y añadir agua suficiente para cubrir los percebes. Para que os hagáis una idea, yo tenía 700 gramos de berberechos y he puesto litro y medio de agua. Después, toca añadir la sal: la medida son 70 gramos de sal por cada litro de agua (por tanto yo he puesto 105 gramos de sal). En este punto, si os gusta, añadid la hoja de laurel: yo personalmente para los percebes prefiero no poner, pero a vuestro gusto. Movemos un poco y esperamos a que el agua rompa a hervir.

Cuando el agua hierva a borbotones, añadimos los percebes y en el momento en el que el agua hierva de nuevo, contamos exactamente un minuto y rápidamente sacamos los percebes del agua. No es necesario pasarlos por agua fría para cortar la cocción: como más ricos están es calientes. Lo ideal es llevarlos directamente a la mesa.

Ahora, voy a explicaros cómo comerlos, aunque en este caso creo que el dicho de más vale una imagen que mil palabras tiene más razón que nunca, creo que lo veréis más claro en el vídeo que leyendo la explicación, pero ahí va de todos modos.

Los percebes tienen una parte alargada de color negro, que alberga la parte comestible, y una especie de pezuña de color gris blanquecino. Cogemos el percebe poniendo una sobre la pezuña blanca y la otra sobre la base de la pezuña. Giramos y tiramos: sacaremos la cáscara negra, que se deshecha. La carne quedará pegada a la pezuña, solo tenemos que tirar para retirarla y listo.

Como os digo, aunque fríos también están ricos, como más se aprecia todo su sabor es recién cocidos, calentitos. Si no vais a comernos al momento mi recomendación es que mojéis un trapo en el agua caliente de cocción y los dejéis bien envueltos con ese mismo trapo, de ese modo mantendrán el calor. ¡Son una auténtica delicia!

Algunos consejos:

• La cantidad de agua y de sal dependerá obviamente de la cantidad de percebes que queráis coger. Mi recomendación es que si tenéis una cantidad muy grande de percebes, los cocinéis en varias tandas.
• Como os digo, añadir o no laurel va en función de gustos. Si a vosotros os agrada añadírselo al marisco, no os cortéis, pero no pongáis más de una ya que si no tendrá un sabor muy potente.

Como digo, para mí los percebes son uno de los mariscos más ricos del mundo, y más aún si son de Galicia: calidad asegurada. Y como habéis visto, cocinarlos en casa no puede ser más sencillo y rápido, así que la próxima vez que los veáis en la pescadería no lo dudéis y daos el capricho. Si os animáis a prepararlos, mandadme una foto para que pueda verlo buenísimos que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha.¡Hasta la próxima receta!