Crema de calabacín con manzana y yogur. Reto Alfabeto Salado

Estamos a día 1 de mes (¡ya estamos en julio!) y hoy toca publicar nuestras recetas para el Reto Alfabeto Salado, reto culinarios que tengo el placer de organizar mes a mes. Esta vez las encargadas de escoger ingredientes han sido Maite, del blog Antojo en tu Cocina, e Hirma, del blog SopayPilla, y han decidido que juguemos con calabacín y kéfir (sustituible por yogur o crema fresca). La verdad es que nunca antes había probado el kéfir y he de confesaros que me he quedado con las ganas, ya que sintiéndolo mucho lo he sustituido por yogur: en el súper que tengo al lado de casa, que es donde hago habitualmente las compras, no encontré; e ir hasta Mercadona sólo a por un envase de kéfir en las circunstancias en las que estamos no me parecía adecuado. ¡Me he quedado con las ganas pero en cuanto pueda haré la receta de hoy usando kéfir!

Y hoy os traigo una receta sencilla pero que está deliciosa a más no poder: una rica crema de calabacín con manzana y yogur, perfecta para tomar tanto caliente como fría. Además es súper ligera y baja en calorías. La verdad es que al principio dudé un poco sobre si hacer esta receta para el reto porque me parecía un poco simple, pero oye: está rica, rica riquííiíísima, que es lo importante. Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verlo! No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 2 calabacines grandes (unos 700 gramos)
• Una cebolla
• Una manzana
• Un yogur natural (o 150 gramos de kéfir)
• 600 ml aproximadamente de caldo (de verduras o de pollo)
• Sal
• Pimienta
• Aceite de oliva

Ponemos una cazuela grande al fuego y añadimos tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté bien caliente añadimos la cebolla cortada en trozos medianos. Echamos sal y pimienta al gusto y rehogamos a fuego vivo durante cuatro o cinco minutos, hasta que la cebolla coja un poco de color. Al dorarse, la cebolla aportará un sabor muy rico a esta crema.

Con la cebolla doradita, echamos a la cazuela el calabacín y la manzana, ambos ingredientes bien lavados, con piel y cortados en trozos de un tamaño similar a la cebolla. Cocinamos un minuto mientras movemos todo y echamos el caldo, el necesario hasta cubrir justo al ras las verduras.

Cuando el caldo rompa a hervir, tapamos la cazuela y cocinamos a fuego medio durante 15 o 20 minutos, hasta que las verduras estén blanditas y bien cocidas. Antes de triturar la crema, mi consejo es que quitéis un poco del caldo de la cazuela, de esta manera nos aseguramos de que no nos quede una crema líquida en exceso.

Trituramos la crema perfectamente con ayuda de una batidora o de un robot de cocina, hasta que quede bien fina. Una vez triturada, podemos rectificar de sal o pimienta y añadir parte del caldo que habíamos quitado si queremos una crema más ligera. ¡A vuestro gusto! Podemos disfrutarla así caliente o guardarla en la nevera para comerla bien fresquita. A la hora de servir, podemos poder un poco de yogur por encima, unos frutos secos picaditos o unos dados de manzana. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Yo uso yogur natural normal pero sin duda podéis sustituirlo por kéfir. Y si queréis aportar más cremosidad podéis incluso poner yogur griego, crema fresca batida o quedo de untar.
• Al no llevar patata esta crema es perfecta para hacer más cantidad y congelarla, así la tenemos siempre disponible en el congelador.

Esta crema queda buenísima y es muy muy ligera y sana. Y no da nada de trabajo, así que es ideal para prepararla en cualquier momento. Si lo sabías hacerla, mandadme una foto para que pueda ver por vatios queda, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!