Tarta de zanahoria y almendra. Asaltablogs Im-previsible

¡Seguimos para bingo con el reto Asaltablogs Im-previsible! Ya sabéis que Marga, del blog Azafranes y Canelas, nos ha propuesto durante este mes volvernos locos y asaltar los blogs que queramos, y también sabéis que yo me apunto a un bombardeo. ¡Así que aquí llego con otro asalto más!

Esta vez he visitado la cocina de mi querida María, del blog In my Little Kitchen, y me he llevado una torta di carote, una deliciosa tarta de zanahoria y almendra típica de la región italiana de Trentino. ¡Nos ha encantado! La textura recuerda un poco a la tarta de Santiago pero más jugosa y el sabor es suave y riquísimo. Vamos, que la tarta nos ha durado día y medio... ¡ha volado! Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más: os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

• 125 gramos de zanahorias
• 125 gramos de almendra laminada
• 100 gramos de azúcar
• 3 huevos
• La ralladura de un cítrico (yo he puesto mandarina)
• Un par de cucharadas de almendra laminada (opcional)

Lo primero que vamos a hacer en la receta de hoy es cortar los extremos de las zanahorias y pelarlas, y después las rallaremos. Yo prefiero hacerlo con un rallador de mano, pero podéis también hacerlo con un procesador de alimentos o con un robot de cocina, aunque si usáis un robot o un procesador tened la precaución de no titular en exceso las zanahorias: queremos la zanahoria picadita, no un puré.

Con la zanahoria ya rallada, separamos las claras y las yemas de los tres huevos en dos cuencos diferentes. Después, montamos las clara a punto de nieve con ayuda de unas varillas eléctricas. Cuando estén bien montadas, las reservamos en la nevera.

Ahora, incorporamos el azúcar al cuenco con las yemas y vamos a batir ambas cosas con las varillas eléctricas hasta que la mezcla blanquee y doble su volumen. Después, echamos la almendra molida, las zanahorias ralladas y la ralladura de cítricos que ya hayamos escogido (yo he optado por poner mandarina). Incorporamos todo suavemente, con movimientos envolventes con ayuda de una espátula.

A continuación, vamos a incorporar también las claras que hemos montado previamente. Vamos a hacerlo en dos o tres veces, incorporándolas al igual que antes con movimientos envolventes. De esa manera, las claras no se bajan y nos quedará una tarta de zanahoria muy esponjosa.

Engrasamos con un poco de mantequilla el molde escogido (el mío es de 20 centímetros de diámetro) y después cubrimos la base con papel de horno o papel sulfurizado. Vertemos la masa de nuestra tarta y damos unos golpecitos suaves contra la mesa para alisar la superficie. Espolvoreamos por encima las almendras laminadas y un poquitín de azúcar.

Metemos en el horno, que tendremos precalentado a 190° con calor arriba y abajo, y horneamos durante aproximadamente 25 minutos. Ya sabéis que cada horno es un mundo, para comprobar que la tarta está perfectamente hecha pinchadla en el centro con un palillo: si sale seco, significa que la tarta está lista. La sacamos del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla unos minutos antes de desmoldar. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Tal y como os digo en los ingredientes, podéis poner la ralladura de cítricos que más os guste. Para esta tarde yo creo que lo que mejor queda es mandarina o naranja, pero si queréis poder poner limón (es lo que indica María en su receta original) no os cortéis.
• La almendra y el azúcar que le ponemos por encima esa tarta es opcional, pero le darán un toque crujiente muy rico y especial a la tarta.

El resultado es una tarta con una textura muy suave y con un sabor delicioso. Es ideal para tomarla como postre o para el desayuno o la merienda, y además al no tener gluten todos la pueden disfrutar. Si os animáis a prepararlas, mandadme una foto para que pueda ver lo rica que os queda, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!