Cómo preparar la mejor tabla de embutidos
Ya sabéis que yo soy muy fan de un aperitivo o un buen picoteo. Sea la ocasión que sea, me parece una forma ideal de disfrutar alrededor de la mesa en buena compañía (eso sí, ahora respetando los aforos máximos, hacedme el favor) sin complicarse demasiado en la cocina. Una idea para el picoteo que no falla nunca son los embutidos: escogiendo productos de calidad, te marcas una tabla variada, con productos que en general van a gustar a todos y sin liarte la manta a la cabeza.
Y hoy voy a haceros una selección de productos que no pueden faltar en una tabla de embutidos para triunfar. La variedad de embutidos que podemos encontrar en nuestros mercados y charcuterías es extensísima, yo me voy a centrar un poco en mis favoritos y en los que sé que sí o sí vais a encontrar cada no de vosotros sin ningún problema en vuestra carnicería o puesto del mercado de confianza. Y a parte de los embutidos, os voy a proponer una serie de complementos que no pueden faltar en una picada para hacerla aún más completa y perfecta. ¡Tomad nota de todo!
Los embutidos
Jamón, jamón
Para muchos es, sin duda, el rey de los embutidos. Si hablamos de jamón de cerdo ibérico se trata, simplemente, de uno de los productos más gourmet que existen. Si tenemos destreza con el cuchillo jamonero, podemos adquirir la pieza entera y cortarla nosotros mismos en casa; si no siempre existe la cómoda opción de comprarlo ya en sombres o estuches loncheados.
En ambos casos, es interesante conocer las diferencias entre las variedades de jamones ibéricos que encontramos en el mercado para adquirir la mejor calidad posible. En el caso de jamón, la gama alta se encuentra en los jamones de bellota: los cerdos han sido criados en la dehesa, pastando por los campos y, en época de montanera (de septiembre a febrero, que es cuando los frutos de los alcornoques y las encinas caen) se alimentan de bellotas. Gracias a esta alimentación alta en ácido oléico se consigue la mejor calidad de jamones ibéricos. Un nivel por debajo encontramos los jamones de cebo de campo; en este caso provienen de animales criados en libertad en la dehesa comiendo bellotas, pero su alimentación es suplementada con piensos, cereales y leguminosas.
¿Y qué ocurre con el jamón de Jabugo? Se refiere a los jamones y paletillas de bellota elaborados en el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Esta zona geográfica cuenta con una antiquísima tradición ganadera alrededor del cerdo ibérico y tiene una Denominación de Origen Protegida.
Lomo de bellota ibérico
Otra de las joya de la corona, si hablamos de embutidos. Se elabora a partir del lomo de cerdo: tiene un sabor inconfundible y además, es el embutido con mayor porcentaje de proteínas. Al igual que hablábamos con el jamón, lo interesante es escoger la gama más top: lomo de bellota ibérico o lomo ibérico de bellota de campo.
En Olalla es posible comprar lomo ibérico de la mayor calidad, producido de manera tradicional y artesanal, y con todos los beneficios que el microclima del Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche proporciona a los embutidos que son curados allí.
Se puede adquirir entero, por mitades o ya directamente loncheado en sobres para que tan sólo haya que abrirlos y disfrutar de este rico manjar del cerdo ibérico. De esta manera, quienes no sean muy diestros con el cuchillo se aseguran de catar una pieza de lomo con un corte fino, regular y minucioso. ¡Y lo recibes en casa entre 24 y 72 horas! ¡Se me hace la boca agua!
Salchichón
Se trata de un embutido curado elaborado a base de carne magra de cerdo, tocino de cerdo y condimentado con sal y especias como pimienta (molida y/o en grano), comino, nuez moscada... y embutido en tripa natural. También hay variedades más gourmet que incluyen frutos secos.
Chorizo
Al igual que el salchichón, es un embutido a base de carne magra de cerdo y tocino picados, pero en ese caso la especia principal es el pimentón, lo cual le da su característico color rojizo. Podemos encontrar variedades de chorizo "dulces" o picantes, así que siempre podremos escoger el que más se adapte a nuestros gustos
Los quesos
Para mí son otro imprescindible en una buena tabla de embutidos. En este caso, mi recomendación sería adquirir al menos 3-4 variedades distintas para que haya opciones más y menos fuertes para todos los gustos. Y para que la presentación sea espectacular, a mi me gusta cortar cada uno de los tipos de queso de diferente forma, de esa manera lucen mucho más a la hora de servirlos.
Fruta
A mi me gusta siempre poner un poco de fruta en las tablas de embutidos y quesos. Lo mas tradicional y típico es poner uvas, y son una buena opción porque tienen ya de por sí tamaño de bocado y no requieren ningún tipo de manipulación por nuestra parte.
Pero no hay que limitarse a ellas, lanzaos a poner también otras frutas de temporada, eso sí, escoged aquellas que tengan sabores demasiado ácidos o potentes (¡no pongáis kiwi!). Mis opciones favoritas son los albaricoques, los higos, las cerezas... ¡Y los tamatitos cherry!
También podéis decantaros por frutas desecadas (orejones o dátiles, por ejemplo) o incluso mermeladas y confituras: de tomate o pimiento pero también de frutas como melocotón, higo, manzana... ¡imaginación al poder!
Aceitunas
Para mí forman parte también de la picada perfecta. En este caso, me decantaría, eso sí, por variedades de sabor suave, no potentes en exceso, ya que no queremos restar protagonismo a los embutidos. Se trata más bien de un elemento que, a la hora de ir catando los diferentes productos de la tabla, nos va a permitir limpiar el paladar y poder saborear mejor todo.
Frutos secos
También son para mí un imprescindible. Como elementos básicos me decantaría por la nueces y las almendras, en general son los frutos secos más clásicos y es fácil que gusten a todo el mundo. Pero si queréis darle un toque extra a vuestra tabla de embutidos, no os cortéis en poner 4 o 5 variedades distintas: aportarán color y mucha presencia.
Eso sí, recordad que en este caso los protagonistas son los embutidos (y los frutos secos son muy saciantes) así que no pongáis una gran cantidad: si optáis por poner varios tipos, un puñadito pequeño de cada será suficiente.
Pan
¡Aquí si que no puede faltar el pan! Hacer pan en casa es muy sencillo (mirad este pan sin amasado ni reposo) y un buen pan casero siempre alegra cualquier mesa. Pero si no os queréis complicar, id a una buena panadería de barrio y comprar varios tipos de pan. Normal, integral, con semillas o frutos secos... ¡que haya donde escoger!
Y en una ocasión como esta también son una delicia los picos, los grissini, los colines, las rosquilletas o las regañás: esa textura crujiente es ideal para un picoteo de 10 y combina genial con cualquier tipo de embutido y queso.
Esta es sólo una idea de cómo transformar una tabla de embutidos en una experiencia de 10, como veis hay un montón de opciones diferentes y los importante es adaptarnos a nuestros gustos y al de nuestros comensales. Eso sí, no dudéis en innovar y probar cosas nuevas, ¡estoy segura de que con un picoteo así vais a triunfar!
Se me ha hecho la boca agua
ResponderEliminarLo imprescindible para preparar una buena tabla de embutidos, además de estos consejos tan acertados, es tener un producto de calidad, gourmet. Cuanto mejor sea el producto, más agradecidos estarán las personas a quien se lo regala o invitas a tu casa a tomar este increíble aperitivo. Nuestro manera favorita de comerlo es regalándolo ya que es un acierto seguro para aquellas personas que tengan un buen comer.
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