Natillas de galletas oreo

Últimamente estoy un poco monotemática con las natillas, lo sé. Y es que, cuando me da por algo, me da fuerte... Pero oye, si me tengo que enganchar a algo, nada mejor que a un postre fácil y rápido de hacer, delicioso y con una textura perfecta, ¿no os parece? Y creo que vosotros también estaréis encantados con esta afición mía, ¡la de ideas de natillas que os estoy dando!

Y la verdad es que lo bueno que tienen las natillas es que dan mucho juego y se pueden hacer de mil sabores diferentes... Las de hoy, como habéis leído en el título, son de galletas oreo, nada más y nada menos. ¡Una auténtico vicio! Os aseguro que una vez pruebas una cucharada, no puedes parar de comer. Ya sabéis que quien avisa no es traidor... Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

Ficha de receta

• Tiempo de preparación: 3 minutos
• Tiempo de cocinado: 7 minutos
• Tiempo total de elaboración: 10 minutos
• Nivel de dificultad: bajo. Lo más difícil es resistir la tentación de comerse las galletas antes
• Raciones: 5 natillas

Ingredientes

• 600 ml de leche
• 100 gramos de galletas oreo
• 75 gramos de azúcar
• 3 yemas de huevo
• 10 gramos de maicena

Lo primero que vamos a hacer es romper las galletas oreo en dos o tres trozos y vamos echándolas en la leche. Las dejamos así en remojo mientras continuamos con la elaboración de las natillas. En una cazuela ponemos las yemas de huevo y el azúcar y batimos con unas varillas de mano hasta que ambos ingredientes se mezclen. Incorporamos la maicena y continuamos batiendo hasta que se integre por completo, es un proceso súper rápido.

Ahora, batimos las galletas y la leche con una batidora de mano hasta triturar las galletas completamente. Veréis que algunos trocitos de la crema del relleno no se integran, es normal. Vertemos la leche con galletas a la cazuela, en dos o tres veces, y movemos bien con las varillas de mano hasta que todos los ingredientes las natillas estén mezclados.

Llevamos la cazuela al fuego y cocinamos las natillas a fuego medio hasta que espesen, sin parar de mover. No os despistéis, se hacen en muy poco tiempo y si dejamos de batir se nos pueden agarrar al fondo de la cazuela. A medida que la mezcla coge temperatura, veremos cómo los trocitos de crema del relleno que no habíamos podido batir se van fundiendo y se integran con el resto de ingredientes.

Cuando la textura de las natillas sea la adecuada (podéis verla en el vídeo; siempre tened en canta que una vez se enfrían espesan). Apagamos el fuego y repartimos las natillas en los vasitos o cuencos que hayamos escogido. Las dejamos a temperatura ambiente hasta que pierdan temperatura y después, las guardamos en el frigo paga que estén bien fresquitas a la hora de disfrutarlas. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Yo uso leche entera, ya que es la que habitualmente tomamos en casa, pero podéis usar leche semi o desnatada. Incluso podéis usar vuestra bebida vegetal favorita.
• Yo he decorado las natillas con una galleta oreo mini, pero podéis poner un poco de chocolate rallado, frutos secos picaditos... ¡lo que se os ocurra!
• En el caso de las natillas, siempre os recomiendo pesar la maicena en lugar de usar una cuchara medidora: usamos muy poca cantidad y, en este caso, unos gramos arriba o abajo pueden cambiar la textura de las natillas.

Estas natillas quedan deliciosas, nada empalagosas y con una textura muy suave y ligera. ¡Están riquísimas! Si os animáis a hacerlas, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces Justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!