Galletas de calabaza y almendra

Estamos en octubre y, estaréis de acuerdo conmigo en que este mes el ingrediente estrella absoluto es la calabaza. ¡Todos nos lanzamos a cocinar con ella! A mí la verdad es que es una verdura que me encanta, nunca falta en mi nevera y es que, además, el sabor dulce que tiene hace que sea muy versátil y podamos usarla tanto en recetas saladas como en recetas dulces. Y hoy la cosa va de dulce: os traigo unas galletas de calabaza y almendra que sé que os van a encantar.

Y es que quedan buenísimas, de verdad. El sabor es increíblemente rico y la textura es ideal. Además, llevan muy poquitos ingredientes que seguro que tenéis en casa. Además, vamos a hacerlas con aceite de oliva virgen extra, que queda también fenomenal en la repostería. Yo he usado el aceite de Oleoestepa que llegó en la caja Degusta Box de este mes (podéis cotillear aquí todos los productos de la cajita) y le resultado ha sido de 10. Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

Ficha de receta

• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocinado: 20 minutos
• Tiempo total de elaboración: 35 minutos
• Nivel de dificultad: medio-bajo. ¡Os doy todos los trucos para que no tengáis ningún problema!
• Raciones: salen unas 15 galletas grandes

Ingredientes:

• 220 gramos de calabaza cruda
• 175 gramos de harina de almendra (o en su defecto, de almendra cruda)
• 100 gramos de harina
• 80 gramos de azúcar blanco (necesitaremos un poco más para rebozar las galletas)
• 2 cucharadas de azúcar moreno
• 30 ml de aceite (en mi caso es AOVE)
• Una pizca de jengibre en polvo
• Una pizca de canela en polvo

Lo primero que vamos a hacer en la receta de hoy es cortar la calabaza en daditos y los ponemos en un bol apto para microondas. Lo tapamos (yo he usado una tapa de vidrio apta para microondas; otra opción es poner un plato encima) y lo cocinamos en el microondas durante 7 minutos a máxima potencia. Cuando la saquéis, pinchadla con un cuchillo para comprobar que esté bien cocida (si veis que aún está un poco dura cocinadla uno o dos minutines más). La colocamos en un colador y la chafamos un poco con una cuchara ara que suelte todo el agua. la dejamos así para que siga escurriéndose aún más mientras pierde un poco de calor.

Mientras tanto, haremos la harina de almendra si es que tenemos almendras crudas enteras, como es mi caso. Obviamente, si compráis la almendra ya molida este paso os lo ahorraréis. Para hacer la harina de almendra ponemos las almendras crudas en una procesadora de alimentos o robot y la trituramos hasta convertirla en polvo.

La calabaza ya se habrá enfriado un poco, vamos a triturarla con la batidora de mano. La pesamos y ponemos 120 gramos de este puré en un bol amplio (es más o menos la cantidad de puré que sale con 220 gramos de calabaza cruda). Añadimos al bol los dos tipos de azúcar y comenzamos a mezclar con ayuda de un tenedor. Echamos el resto de ingredientes y continuamos mezclando con el tenedor hasta integrar todos los ingredientes por completo. Quedará un masa pegajosa, es normal. Tapamos el bol y guardamos la masa en la nevera durante al menos una hora.

Cuando la masa se haya enfriado, cogemos porciones y formamos bolas de más o menos del tamaño de una nuez. Para poder trabajar perfectamente la masa, mojáoslas un poco las manos, de esta manera no se os pegará. Colocamos las bolas de masa en un plato con azúcar y las aplanamos para formar un disco. Yo las he hecho gorditas, de esa manera quedan súper crujientes por fuera y blanditas por dentro; si queréis galletas 100% crujientes, hacedlas más pequeñas y finitas. Rebozamos las galletas por ambos lados con azúcar y las colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.

Metemos la bandeja en el horno, que tendremos precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo, y horneamos nuestras galletas durante 18-20 minutos, hasta que las veamos un poco doradas. Sacamos las bandeja del horno y dejamos las galletas reposar en la misma bandeja 2 o 3 minutos para que se enfríe un poquito. Después, las pasamos a una rejilla hasta que se enfríen por completo. ¡Ya podéis hincarle el diente! ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• Yo generalmente uso harina de almendra de la que venden ya hecha, pero esta vez no tenía y, tal y como os explico, la he hecho yo misma con laminas de almendras crudas. La verdad es que es un proceso súper rápido y sencillo.
• Cuando las galletas se hayan enfriado por completo, guardadlas en un tarro hermético para que se conserven perfectas (aunque os aviso de que vuelan...).
• Yo he usado aceite de oliva virgen extra, pero podéis usar un aceite más suave si así lo preferís.

Estas galletas quedan súper buenas, la textura es maravillosa y tienen un sabor delicioso. ¡Estoy segura de que os van a encantar! Si os animáis a hacerlas, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!