Cigalas al ajillo

Sí, seguimos con el marisco. No me lo tengáis en cuenta, pero ya conocéis el dicho: la cabra tira al monte (y Miss Pimienta al mar, jejeje). Todo lo que viene del mar me encanta, y sé que todas estas recetas resultonas con pescado y marisco que estoy publicando últimamente os vienen genial para estas fechas, ¿a qué si?

Y es que en cualquier celebración, como las fiestas navideñas que están al acecho, los mariscos son un imprescindible. Y para mí, igual de imprescindibles son las recetas fáciles y rápidas, de esas que no tienen ninguna complicación ni nos dan nada de curro. ¡Y las cigalas al ajillo que os enseño hoy cumplen todos estos requisitos! Además, las cigalas podemos comprarlas congeladas, que salen bastante bien de precio, así que tampoco tenemos que tirar la casa por al ventana... que comer rico es importante, pero cuidar el bolsillo también. Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar. 

Ficha de receta

• Tiempo de preparación: 2 minutos
• Tiempo de cocinado: 4 minutos
• Tiempo total de elaboración: 6 minutos
• Nivel de dificultad: bajo, lo más difícil es picar el ajo bien pequeñito.
• Raciones: depende de las cigalas que cocines...

Ingredientes

• Cigalas (yo voy a cocinar 8 unidades)
• 3-4 dientes de ajo
• Medio vaso de vino blanco
• 1-2 guindillas cayena (opcional)
• Sal
• Aceite de oliva

Lo reino que vamos a hacer en la receta de hoy es poner una sartén o una cazuela baja al fuego y añadimos 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite haya cogido temperatura, añadimos los dientes de ajo muy picaditos y loas guindillas (son opcionales). Cocinamos medio minutín a fuego medio, hasta que los ajos comiencen a dorarse y desprendan su olor.

Echamos en ese punto las cigalas a la sartén, le damos un meneíto para acomodarlas bien en la sartén y echamos el vino blanco. Tapamos la sartén y las cocinamos a fuego no muy alto durante 3 minutos (4 minutos -como máximo- si son cigalas de un calibre muy grande; cuidad el tiempo de cocinado ya que si os pasáis quedarán secas). 

Pasado ese tiempo, las apartamos del fuego y, de manera opcional, espolvoreamos un poco de perejil fresco picadito por encima. Las servimos inmediatamente, recién hechas y bien calentitas. ¡Que no la falte un poco de pan para mojetear en la salsita!

Algunos consejos:

• Como os decía, podéis hacer esta receta con cigalas frescas o congeladas (suelen salir más baratas y no suben de precio en Navidad); en ambos casos la elaboración será exactamente la misma. En caso de que sean congeladas, lo único que tenéis que tener en cuenta es pasarlas con antelación del congelador al frigorífico para que se descongelen correctamente.
• Siempre os digo que es importante cocinar con vinos que estén ricos. No hace falta que sean vinos de “a millón”, pero sí que se trate de vinos de los cuales te beberías a gusto una copita.
• Ya sabéis que el tema del picante va al gusto: a mí me encanta y siempre pongo un puntito, pero sí a vosotros no os va o no lo toleráis bien, no añadáis cayena.

Estas cigalas quedan perfectas, con un sabor increíble y en su punto ideal de cocción. Y la salsita es una maravilla... Si os animáis a hacerlas, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!