Coquinas o tellinas a la marinera
Hemos entrado en la cuenta atrás para las fiestas navideñas y, tal y como os prometí, yo voy a estar compartiéndoos recetas ideales para estas celebraciones hasta el último momento para que tengáis un montón de ideas a la hora de planificar vuestro menú. La receta de hoy es un aperitivo de esos que tanto me gustan a mí: no dan nada de trabajo, se preparan en nadita de tiempo y el disfrute y goce al comerlo es máximo. Y es que, ¿quién se resiste a unas deliciosas coquinas?
Las coquinas, también llamadas tellinas, suelen denominarse las pipas del mar, y la verdad es que el nombre les viene ni que pintado porque una vez comienzas a comer, no puedes parar. Este marisco es una auténtica delicia, y la receta de hoy me parece un platazo perfecto para servir en el centro de la mesa y que todos vayamos picoteando. Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para el canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.
Ficha de receta
- Tiempo de preparación: 2 minutos
- Tiempo de de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total de elaboración: 17 minutos
- Nivel de dificultad: bajo, se trata de un plato realmente sencillo. Lo único importante es no olvidarse de comprar pan...
- Raciones: 2
Ingredientes
- 300 gramos de coquinas o tellinas
- Media cebolla
- 2-3 dientes de ajo
- 120 ml de vino blanco
- 300 ml (aprox) de caldo de pescado
- 4 cucharadas de tomate frito
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharadita de pimentón
- Sal
- Aceite de oliva
Lo primero que vamos a hacer en la receta de hoy es, en caso de tener coquinas frescas, ponerlas a remojo en agua fría con sal durante un par de horas para que suelten la posible arena que puedan tener. Si usáis almejas congeladas, tal y como es mi caso, no es necesario ponerlas a remojo, ya que vienen perfectamente limpias. Tampoco es necesario descongelarlas previamente antes de cocinarlas, podremos añadirlas directamente a la sartén.
Aclarado esto, nos ponemos a cocinar. Lo primero que vamos a hacer en la receta de hoy es poner tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia o en una cazuela de paredes bajas. Cuando el aceite haya cogido temperatura, echamos el ajo y la media cebolla, ambas cosas picadas lo más finamente posible. Echamos sal al gusto y vamos a cocinar todo a fuego medio hasta que la cebolla esté pochadita, calculad unos ocho minutos aproximadamente.
Después, echamos la harina a la sartén y vamos a cocinarla durante dos o tres minutos a fuego medio y sin parar de mover: de esta manera la harina perderá el sabor a crudo y nos quedará una salsa con un sabor delicioso. Después, incorporamos a la sartén el pimentón (puede ser dulce, picante o una mezcla de ambos, a vuestro gusto) y seguido, rápidamente para que el pimentón no se queme, echamos el tomate frito.
Movemos durante unos segundos para mezclar bien estos nuevos elementos con la cebolla y la harina y seguido, echamos el vino blanco. Subimos la potencia del fuego y cocinamos durante un par de minutos a fuego vivo, sin parar de mover. Notaremos cómo en muy poquitos segundos el vino se incorpora con el resto de ingredientes de la sartén y se va formando como una pasta, en ese punto comenzaremos añadir el caldo de pescado poco a poco, mientras continuamos moviendo todo para que no se formen grumos.
Cocinaremos a fuego medio, mientras vamos echando el caldo de pescado a poquitines, hasta que la salsa tenga la textura adecuada a nuestro gusto. Para que os hagáis una idea, yo he necesitado añadir unos 300 ml de caldo, pero la cantidad puede ser mayor o menor en función de cómo de espesa os guste la salsa.
Cuando la salsa tenga la textura adecuada, incorporamos las coquinas o las tellinas (recordad escurrirlas antes si eran frescas y las habéis tenido en remojo) y movemos un poco la sartén para acomodarlas en la salsa. Tapamos y dejamos que se cocinen durante dos o tres minutos, el tiempo justo hasta que se abran; las mías en un poco menos de dos minutos ya estaban listas. En cuanto las almejas se abran, apagamos el fuego y retiramos la sartén del calor. Es en este punto cuando añadiremos (de manera opcional) un poco de perejil fresco picadito por encima y llevamos inmediatamente a la mesa, calentitas y recién hechas. ¡Que aproveche!
Algunos consejos:
- Si os gusta el picante y lo toleráis bien, no dudéis en añadir una o dos guindillas cayena, que aportarán un toque pican Tito a estas coquinas muy rico.
- Yo he cocinado 300 gramos de coquinas, pero obviamente deberéis adaptar la cantidad al número de comensales que seáis (y, sobre todo, a vuestro presupuesto...).
- Como os comentaba, mis coquinas son congeladas (en Euskadi no es nada típico encontrarlas frescas ya que no son típicas del Cantábrico); las hagáis con frescas o congeladas os aseguro que el resultado de esta receta será de 10.
Os aseguro que estas coquinas quedan de auténtico vicio, y es que si se dice que son como las pipas es porque una vez empiezas a comer, no puedes parar. ¡Y esta salsa les da un toque de sabor muy rico! Si os animáis a hacerlas, mandadme una foto para que pueda ver lo ricas que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis la recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!
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