Caracoles en salsa de almendras

Esta no es la primera (ni será la ultima) receta de caracoles que publico, porque me encantan. Sí, sé que es uno de esos alimentos que, o adoras u odias. Y yo los adoro, me gustan muchísimo, así que siempre que puedo me doy una buena caracolada de capricho. Por que yo lo valgo, jejeje. 

Y hay gente a quien los caracoles no les gustan pero a la salsa que les acompaña no se resiste. Lo más común es servirlos con una salsa picantita y acompañada de chorizo y otros embutidos (podéis ver la receta aquí) pero también es muy típico, sobre todo en Andalucía, comerlos en salsa de almendras. Quedan espectaculares, la salsa es súper sabrosa y tiene la textura perfecta. Vamos, que esta es de esas recetas con la que no vas a poder parar de chuparte los dedos… Como siempre, os he grabado la receta en vídeo para en canal de YouTube, ¡corred a verla! No me enrollo más, os digo los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

Ficha de receta

• Tiempo de preparación: 5 minutos
• Tiempo de cocinado: 35 minutos
• Tiempo total de elaboración: 40 minutos
• Nivel de dificultad: bajo
• Raciones:3

Ingredientes

• Medio kilo de caracoles (los míos eran precocidos y congelados)
• Media cebolla
• 1 tomate
• 2 dientes de ajo
• 50 gramos de almendras
• 2 rebanadas de pan tostado (un un par de rebanadas finitas de pan de barra)
• 400-500 ml de caldo (de pollo, carne o incluso de jamón)
• Una cucharadita de comino en polvo
• Medio vaso de vino blanco
• Una ramita de hierbabuena (opcional)
• 1-2 guindillas cayena (opcional)
• Sal
• Aceite de oliva

Antes de ponernos a cocinar, permitidme que os cuente un poco qué caracoles uso yo. En mi caso, son caracoles congelados que vienen ya limpios y precocidos, para cocinarlos sólo hay que descongelarlos previamente en agua caliente antes de añadirlos a la salsa. Para esta receta podríamos usar igualmente caracoles cocidos de bote (sólo hay que escurrirlos antes de añadirlos a la salsa y listo), o bien comprar caracoles vivos y limpiarlos y cocerlos en casa (esta es, sin duda, la manera más trabajosa). Sea como sea, podéis hacer igualmente esta receta.

Aclarado esto, nos ponemos al lío. Ponemos una cazuela al fuego y añadimos 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, echamos los dientes de ajo pelados y las almendras. Mis rebanadas de pan eran ya tostadas, si usáis pan de barra lo añadiríamos en este punto a la sartén también para freírlo. Freímos estas cosas un par de minutos o tres, dorándolas bien por todos los lados, y cuando hayan cogido color las retiramos al vaso de la batidora. Reservamos.

En la misma cazuela echamos la cebolla picadita y una pizca de sal. En este punto, echamos también las cayenas si es que queremos añadir un toque picantito. Bajamos el fuego y cocinamos unos 7 minutos hasta que esté pochada. Después, añadimos el tomate (previamente rallado o triturado) y cocinamos unos 7 minutos más, hasta que el líquido del tomate se reduzca. 

Mientras el tomate reduce, vamos con la picada. Añadimos al vaso de la batidora las rebanadas de pan tostado y un poco de caldo, y con ayuda de la batidora vamos a triturar todo hasta que nos quede una pasta espesa. No pasa nada si queda algún trocito de almendra un poco más grande, ya que aportará textura a la salsa.

Ahora, echamos a la cazuela el comino y el vino blanco. Cocinamos a fuego vivo un par de minutos, bajamos el fuego y añadimos la picada. Movemos un poco y vamos añadiendo caldo, poco  a poco, hasta que la salsa tenga la textura adecuada. Yo he añadido unos 420 ml más o menos: id echando el caldo a poquitines: a medida que se vaya incorporando todo y la mezcla vaya cogiendo calor, irá espesando.

Cuando la salsa esté en su punto, echamos la ramita de hierbabuena y los caracoles bien escurridos. Damos un meneíto suave a la cazuela y tapamos. Cocinamos a fuego medio 15 minutines, para que los caracoles se impregnen de todo el sabor de la salsa. Pasado ese tiempo, apagamos el fuego y listo. ¡Que aproveche!

Algunos consejos:

• La hierbabuena es opcional, pero aporta un sabor súper especial a los caracoles, ¡a mí me gusta mucho el toque que da!
• Lo mismo os digo con la cayena: para mi gusto, un puntito un poco picante le va de lujo a los caracoles. Adaptadlo a vuestra tolerancia, pero ponedles una pizquita de alegría.
• Esta es de esas recetas que gana de un día para otro, así que si podéis hacerla  de víspera, mucho mejor. Yo intento hacerlos siempre con antelación.

Si os gustan los caracoles no dudéis en hacerlos así, quedan de rechupete, ya veréis. Eso si, que no falte el pan, que la salsa es de las de toma pan y moja. Si os animáis a hacerlos, mandadme una foto para que pueda ver lo ricos que os quedan, me hace mucha ilusión que preparéis las recetas del blog. Por último, os recuerdo que podéis seguir el blog en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, tenéis los enlaces justo aquí mismo a la derecha. ¡Hasta la próxima receta!